Santiago Nieto, Cabeza de Vaca, el panismo y su oportunismo
Las abogadas y los abogados no acostumbran profundizar en la moral o reputación de quienes se acercan a solicitar sus servicios profesionales.
Hacen bien, de lo contrario se quedarían sin clientela.
No es el prurito profesional lo que distingue a estos casos, ni jurisperitos.
Pero la coyuntura política hace pensar que hay casos sobradamente inmorales en los que participan estos expertos en derecho.
El exgobernador panista, Francisco García Cabeza de Vaca, decidió lanzarse en pos de la presidencia de la República.
Un deseo por demás absurdo si acudimos al más elemental escrutinio a su trayectoria política y aun personal.
Luego de que su autodestape generó hilaridad en el entorno político, periodístico y social, al exmandatario tamaulipeco no se le ocurrió mejor forma de hacer escándalo a nivel nacional que denunciar, por falsedad de declaraciones ante el Congreso de la Unión, a quien lo sometió a juicio, el extitular de la UIF y actual procurador de Hidalgo, Sanriago Nieto.
El 28 de abril de 2021, la Cámara de Diputados emitió una declaratoria de procedencia en contra de Cabeza de Vaca para quitarle su fuero por presuntos delitos fiscales.
Desde entonces, Nieto y García Cabeza de Vaca sostienen un pleito encarnizado en tribunales.
La denuncia en contra de Nieto Castillo fue elaborada por los despachos de abogados Coello Trejo & Asociados y bufete Ruiz Durán SC, busca imputarle al extitular de la UIF los delitos de ejercicio indebido del servicio público y abuso de autoridad.
Javier Coello Trejo es el mejor ejemplo de la tesis de esta columna: el defensor de García Cabeza de Vaca, no se detuvo, en lo mínimo, a analizar el historial político y penal de su cliente.
Coello Trejo es apodado el “Fiscal de Hierro” desde los tiempos en que fue “fiscal especial contra la corrupción”, en el gobierno de…José López Portillo.
Palabra es acción
Mención aparte merece la dirigencia nacional del PAN, la que a través de su presidente, Marko Cortés, exigió el cese del canciller Marcelo Ebrard y del secretario de gobernación Adán Augusto López.
La razón que esgrimió el panista oportunista es que la tragedia por la muerte de migrantes en Ciudad Juárez es un “crimen de Estado”.
No nos detendremos a analizar, en este momento, el trabajo de López y Ebrard, que da para muchos entuertos.
La facilidad con la que una tragedia despierta el apetito voraz y carroñero del adversario político del gobernante en cuya administración ocurrió una tragedia es alarmante.
E indignante.
Marko Cortés y su cúpula panista actuaron, en la selva de la política, como hienas.