Un año: Tula, el abandono, la mentira y la desmemoria
La entonces candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, estuvo en la ciudad de Tula, donde prometió “descontaminar” el río que carga heces fecales, cadáveres y un penetrante olor a tragedia, además del mismo nombre de la ciudad.
Hace exactamente un año, Sheinbaum Pardo estuvo acompañada de su claque de candidatas y candidatos, de un nutrido grupo de militantes de su partido, todo encaminado a que pobladores de la región y agrupaciones de la sociedad civil que tienen décadas de protestas por el criminal abandono en que se encuentran, no pudieran importunar.
Nada que pudiera causar el menor sobresalto, nada que pusiera en riesgo el evento.
El siete de septiembre de 2021, en esa misma ciudad donde Claudia Sheinbaum recibió aplausos y vítores hace ya 365 días, 17 personas fallecieron por la inundación causada por las aguas contaminadas del Río Tula.
Aguas residuales provenientes de la capital del país, gobernada entonces por Sheinbaum Pardo; aguas residuales que intencionalmente lanzaron hacia el río Tula para evitar la inundación de la zona norte de la Ciudad de México.
El 15 de noviembre de ese mismo 2021, el expresidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció respecto a la inundación, con la sensibilidad de una sierra eléctrica:
“Soy responsable, aunque no soy culpable. Pienso que deberían conocer el dictamen sobre lo que realmente sucedió porque ustedes ya están haciendo juicios sumarios”.
El mayor problema era, y es en todo, que su imagen presidencial estaba siendo afectada por lo muertos del hospital de Tula.
Hace un año, Claudia Sheinbaum se comprometió a cumplir con cuatro puntos vitales “para el bienestar de los habitantes de esa región del estado” de Hidalgo.
Esos cuatro puntos vitales no han avanzado en lo absoluto, claro, apenas son cinco meses que funge como presidenta de la República.
La grey morenista se burla de la barda en que terminó la gestión de Felipe Calderón de construir una refinería nueva en Tula.
El gobierno de López Obrador, como el de aquel entonces, le mintió descaradamente al estado de Hidalgo.
El actual, va a paso lento, como perdonando al viento.
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