Por La relación poder-prensa, azarosa y muchas veces perversa
Parte II
Un informe de Reporteros Sin Fronteras, de enero de este año, sitúa al país como el tercero con más asesinatos de profesionales de la prensa, solo por detrás de Palestina y Pakistán.
También como el primer lugar, el primer lugar, de naciones donde desaparecen más profesionales del periodismo.
De 2000 a la fecha, ARTICLE 19 ha documentado poco más de 169 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor.
De estos, ocho se ha registrado en el gobierno actual de la presidenta Claudia Sheinbaum, 47 en el de Andrés Manuel López Obrador, 47 en el de Enrique Peña Nieto, 50 con Felipe Calderón y 16 con Vicente Fox.
La época del priismo, en la que se forjó e institucionalizó esa azarosa relación con todos sus avatares, tiene también sus víctimas, siempre del lado de los periodistas.
En Hidalgo, lo hemos dicho en repetidas oportunidades, vivimos en un oasis en medio de inclementes condiciones.
Aquí no padecemos de sismos, no padecemos de maremotos, no padecemos de tsunamis.
Hidalgo, todavía es un estado seguro rodeado de violencia.
Salvo el asesinato, nunca esclarecido por falta de voluntad y no de elementos, del periodista Alberto Rodríguez Torres, en 1979 y algunos casos de violencia menor, amenazas y amedrentamientos, en Hidalgo no hay, no existen los niveles de violencia en contra de periodistas que existen en otros estados.
Es labor de todos, de todas, propiciar un clima adecuado para que así continúe, que nuestro estado no se mida por el mal humor social tan tristemente célebre y que parece ser recordado y reutilizado por algunos personajes que aplican o quieren aplicar la fórmula patentada por ese prócer de la democracia, Alejandro Moreno: mátalos de hambre y no a balazos.
Que aquí en Hidalgo nunca se haga costumbre la agresión a la prensa, porque una prensa libre es sinónimo de la buena salud de un gobierno.
Que las agresiones, intimidaciones, y presiones a la prensa en Hidalgo nunca dejen de ser, como dice el ya clásico cuasi literario:
“Hechos aislados”.
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