Por Los remilgos del PAN (y del PRI)
El excandidato a jefe de Gobierno de la CDMX, Santiago Taboada Cortina y quien forma parte del equipo de Jorge Romero, candidato a la dirigencia nacional del PAN, anunció en conferencia de prensa, en Pachuca, que su alianza electoral con el PRI, al menos en Hidalgo, fue poco favorable para el partido blanquiazul.
Taboada Cortina aseguró que “las alianzas no están descartadas”, pero tendrán que analízalas “cuidadosamente” para no volver a ser perjudicados en las urnas.
No es la primera vez que panistas se quejan de la alianza con la muy vilipendiada imagen del priismo, aunque decidieron no deshacer ese tinglado ideológicamente incoherente entre un partido definido como “centro-izquierda” como el PRI y uno abiertamente derechista, conservador y neoliberal como el PAN.
El PAN, en el pasado proceso electoral, producto de esa alianza, solo ganó tres alcaldías y una diputación plurinominal, (por acción afirmativa indígena) a diferencia de la elección anterior cuando obtuvieron dos diputaciones locales.
El diputado federal plurinominal, de origen indígena, y secretario “de acción de gobierno” del PAN, Asael Hernández Cerón, también afirmó que la alianza que realizaron con el PRI, en lugar de ayudarles, “les robó votos”.
Del otro lado ocurre lo mismo: la secretaria general del PRI, excandidata al gobierno de Hidalgo y actual senadora de la República, Carolina Viggiano Austria, dijo que “de ahora en adelante” su partido promoverá “la justa distribución de la riqueza”.
También aseguró que el PRI será de los principales impulsores de los programas sociales, esos que tanto el PRI como el PAN pretenden agenciarse una paternidad convenenciera, que nadie les reconoce.
“El neoliberalismo nos alejó de la gente y de los principios con los que fue fundado nuestro partido”, afirmó luego de que el término fue “eliminado” de los estatutos del PRI, después de ser arrasados en las urnas por Morena y sus aliados.
Ese mamotreto electoral en que se convirtió su alianza, la del PRI-PAN-PRD sirvió, en un cálculo político pragmático, frío y licencioso, para asegurarle cargos legislativos a los dirigentes de los partidos involucrados.
Quejarse de su alianza, cuasi complicidad, no solo es absurdo sino obsceno, pues pisoteando sus principios, ideales y convicciones privilegiaron una asociación anti natura que nunca dejaron de criticar, pero que jamás buscaron eliminar.
Esa coalición cobró una víctima: el PRD, partido que desapareció a nivel nacional por el rechazo abierto del electorado, curiosamente el único de los tres que no criticó el trío funesto.
La hipocresía desplegada por priistas y panistas, que critican el haberse unido desde el privilegio de sus escaños y curules, es anecdótica.
Pero muy ilustrativa.
**Las expresiones contenidas en estas líneas, son opinión de ellas, y por lo tanto, no representan la postura editorial de CentralMX.
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