Colaboración invitada.
Jaqueline Servín
“¡Fuerte!” “¡Dale uno en la cara!”.
Entre risas, son las frases que se escuchan en un video que se hizo viral en redes sociales en donde se muestra una pelea entre dos alumnas de la secundaria 518 en el municipio de Teotihuacán, Estado de México, una las menores identificada como Norma Lizbeth, de 14 años de edad falleció a consecuencia de esta riña ocurrida el pasado 21 de febrero.
De acuerdo con los familiares de Norma, era víctima de bullying, situación que habían reportado en diversas ocasiones a las autoridades escolares, pero fue hasta ese 21 de febrero que decidió poner fin al acoso escolar aceptando intercambiar golpes con su principal agresora.
Norma recibió diversos golpes en la cara y en la cabeza con una piedra que le dejó una fractura en la nariz y heridas en el rostro, los golpes los recibió mientras era grabada con los teléfonos celulares de sus mismos compañeros quienes lejos de detener la pelea alentaban cada vez más para que Norma siguiera siendo golpeada.
En un segundo video, difundido también en redes sociales, se observa a Norma ser auxiliada por personas que pasaban por el lugar; como saldo de este enfrentamiento, además de los golpes, ambas jóvenes fueron suspendidas un mes de la escuela.
Días después Norma comenzó a presentar molestias como náuseas, mareos y finalmente un desvanecimiento que terminó con su vida; la causa de la muerte, de acuerdo con la Fiscalía mexiquense, fue por un trauma cráneo encefálico.
𝗛𝗔𝗣𝗣𝗬 𝗦𝗟𝗔𝗣𝗣𝗜𝗡𝗚
De acuerdo con la organización Save the Children, el 𝘏𝘢𝘱𝘱𝘺 𝘚𝘭𝘢𝘱𝘱𝘪𝘯𝘨 es un término que surgió en 2005 en el Reino Unido y se define como la grabación de una agresión física, verbal o sexual y su difusión a través de una red social.
Grabaciones como esta se difunden cada vez con más frecuencia en la búsqueda de ganar popularidad y 𝘭𝘪𝘬𝘦𝘴 o sólo porque parece de algún modo divertido.
Me pregunto ¿qué tanta responsabilidad tenemos como sociedad para fomentar este tipo de prácticas?
Si bien en este caso quienes están grabando no están agrediendo físicamente a Norma sí lo hacen de manera digital y además con la omisión de intervenir para evitar que esta riña, producto del acoso escolar, terminara con la vida de una niña.
Además, deja ver los huecos que aún tienen los sistemas escolares para erradicar el bullying, que aunque ha sido un tema del que se ha hablado constantemente, es claro que no ha sido suficiente para eliminarlo.
Para Norma, justicia por los sueños que ya no cumplirá, justicia por una sociedad omisa que prefirió desestimar el llamado de una adolescente que era víctima de acoso escolar y que prefirió divertirse grabando un acto de violencia que defenderte.
¿Y nosotros como sociedad seguiremos grabando?…