Por Más de 230 millones de niñas y mujeres vivas actualmente han sufrido mutilación genital femenina, según un informe de UNICEF publicado recientemente. Las estimaciones actualizadas a nivel mundial revelan un aumento del 15% en el número total de supervivientes –esto es, 30 millones de niñas y mujeres más– en comparación con los datos publicados hace ocho años.
Estas cifras, publicadas en el Día Internacional de la Mujer, reflejan un progreso lento hacia la erradicación de esta práctica, especialmente en áreas donde es prevalente, y están lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para eliminarla en 2030.
“La mutilación genital femenina provoca daños físicos a las niñas, empaña su futuro y pone en peligro su vida. Estamos asistiendo, además, a una preocupante tendencia según la cual cada vez son más las niñas sometidas a esta práctica a edades más tempranas, en muchos casos antes de cumplir los cinco años, lo que reduce aún más el margen de intervención. Debemos intensificar los esfuerzos para poner fin a esta práctica tan perjudicial”, declaró la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
El informe “La mutilación genital femenina: una preocupación mundial” destaca que la mayoría de los casos se encuentran en África, seguido de Asia y Oriente Medio, con comunidades más pequeñas y países receptores de migrantes también afectados.
Aunque la mutilación genital femenina no se está volviendo más frecuente a nivel mundial, el análisis revela que la cifra de niñas nacidas en países que la llevan a cabo sí está creciendo rápidamente, en comparación con el resto del mundo. Esto implica que los esfuerzos de prevención deberán abarcar una población en riesgo mayor en el futuro.
A pesar de los desafíos, el informe destaca avances significativos, especialmente en la última década, con países como Kenya, Sierra Leona y Egipto mostrando reducciones en la prevalencia de esta práctica. Las actitudes también están cambiando, con aproximadamente 400 millones de personas en África y Oriente Medio oponiéndose a la mutilación genital femenina.
UNICEF instó a líderes y comunidades a intensificar los esfuerzos para acabar con la discriminación y la desigualdad de género, invertir en servicios para las niñas, fortalecer su capacidad y derechos, y mejorar el monitoreo de la prevalencia de esta práctica con datos precisos.
