Por Por: Yolanda Aragón Quiróz.
En los últimos años diferentes estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud entre otras instituciones relacionas a temas médicos, han revelado que el sedentarismo es una clase de pandemia, que afecta a nivel mundial a más de una cuarta parte de la población, cuyos hábitos sedentarios van en aumento, debido al estilo de vida que obliga a la población a permanecer durante más de una hora continúa en posiciones de reposo (sentados o acostados).
La preocupación sobre el crecimiento del sedentarismo se debe a que existen enfermedades que están relacionadas a dichos hábitos que son nocivos para la salud, enfermedades como las cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y diversos tipos de cáncer, entre los más comunes el Cáncer de Colon.
Con la llegada de la pandemia, una de las mayores preocupaciones fue la mala condición de salud que en ese momento tenía la población, además de sumarle factores como la mala alimentación y, la falta de actividad física.
Es importante entender que el sedentarismo y la falta de actividad física no es lo mismo, uno se refiere a los tiempos prolongados de inactividad que de manera diaria pasan las personas y la otra a la falta de actividad física a la que las personas pueden estas habituadas.
En la actualidad, el estilo de vida contribuye en un porcentaje muy alto a que las personas se vuelvan sedentarias, pues las largas jornadas laborales y la vida habitual son dos factores que propician el sedentarismo.
Una opción para aquellas personas que se desempeñan trabajos en que les obliga a estar más de una hora en determinada posición ya sea de pie o sentada es la siguiente:
Se debe iniciar con un plan que sea accesibles en tiempo, hasta generar un hábito que propicie que la actividad física sea cómoda y placentera, los ejercicios aeróbicos, por ejemplo son una buena opción para comenzar; caminar, correr, trotar, pedalear, nadar, patinar y hasta bailar, son algunas de las opciones para crear un plan de entrenamiento para combatir el sedentarismo, la actividad debe iniciarse de manera gradual, es decir comenzar con 20 minutos tres veces por semana hasta llegar a por lo menos una hora.
Iniciar una rutina con ejercicios aeróbicos, es la opción ideal para quienes no están habituados a la actividad física, ya que pueden ir paso a paso creando rutinas propias; en la red siempre hay sitios gratuitos que podrían servir de apoyo, incluso valdría la pena buscar aquellos que hacen recomendaciones sobre alimentación. Y así, la combinación ejercicio y alimentación podrían dar un resultado más favorable para la salud.
Es importante es tener en cuenta que una vida sedentaria es más perjudicial para tu salud de lo que uno podría imaginar.
La solución radica en tu compromiso y constancia así que…¡Levántate y camina!
