Por Reyes y Medécigo, la zona metropolitana de Pachuca
El 16 de diciembre de 2020, en conferencia de prensa realizada en el Teatro del Pueblo de Mineral de la Reforma, el entonces presidente municipal Israel Félix Soto, realizó la presentación de su equipo de trabajo.
Ahí, arrojado, valeroso, pronunció un discurso dirigido al gobierno estatal y al del municipio de Pachuca, en el que enfatizó que Mineral de la Reforma “no estará dispuesto a ser considerado el patio trasero de Pachuca nunca más”.
Aplausos.
Sergio Baños Rubio hizo historia en Pachuca, luego de ser impuesto en el comité municipal del PRI en Pachuca, en detrimento de Bernardo Arista, arribó al gobierno de la capital del estado.
Entre ambos, Baños Rubio y Félix Soto, hicieron de la zona metropolitana de Pachuca un muladar.
Basura por doquier, niveles de inseguridad nunca antes vistos, ocasionados también por la inacción de las autoridades federales que tenían (esperemos que ya no) en el abandono al estado, hasta lograr que Hidalgo descendiera nueve lugares en el ranking de entidades más inseguras en el país.
Hoy, luego de tomar posesión de sus respectivos gobiernos, Jorge Reyes, en Pachuca, y Eduardo Medécigo, en Mineral de la Reforma, tienen ante sí la invaluable oportunidad de revertir esa inercia que afecta a miles de personas que habitan (habitamos, Kimosabi) en los dos municipios más poblados del estado, superando el medio millón de personas entre ambos.
Jorge Reyes anticipó que su gobierno buscará ser un modelo de eficacia administrativa.
“Queremos ser la mejor administración, no por ego, sino por justicia social para la población”, dijo el alcalde ante los trabajadores.
Medécigo Rubio advirtió que una de sus prioridades será la seguridad, ya que esta fue una de las peticiones más sentidas de la población durante su campaña.
“Estaré trabajando de manera muy cercana con el comisario de Guardia Nacional y secretario de Seguridad del municipio, Jorge Alberto Trejo Terrazas, para regresarle la paz a Mineral de la Reforma”.
Ninguno de los dos hizo alusión al otro, al menos en este primer encuentro público con sus subordinados.
Es deseable que no sea una situación recurrente y que sepan, que lo saben, que deben hacer equipo y al alimón resolver sin egos de por medio los problemas vecinales de sus gobernados.
Porque no está demás recordar que Sergio Baños e Israel Félix nunca tuvieron una buena relación, obnubilada por las aspiraciones políticas y personales de cada uno.
Y eso fue notorio en su desempeño como alcaldes.
Si no recuerdan, las calles son una prueba fehaciente.
**Las expresiones contenidas en estas líneas, son opinión de ellas, y por lo tanto, no representan la postura editorial de CentralMX.
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