Por La embestida a la igualdad de género
Enrique Juárez Guzmán
Desde hace ya varias décadas, miles de mujeres lucharon por lograr una igualdad sustantiva, vertical y horizontal, en los puestos de elección popular, así como en los de decisión gubernamental; espacios que eran destinados para personajes masculinos
En pleno 2023, cuando en el papel legal existe la obligatoriedad de que las mujeres deben acceder, al menos al 50 por ciento de las posiciones en los espacios de toma de decisiones, como en la integración del Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, así como en la rama municipal.
A nivel nacional, organizaciones pro derechos de las mujeres se pronunciaron, en su momento, contra de la Reforma Electoral que fervientemente impulsó el presidente emanado del Partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, que no prosperó en el Congreso de la Unión.
Luego, manifestaron su rechazo al llamado Plan B que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo mandó a la congeladora; y ahora, muestran su rechazo ante la potencial aprobación de distintas modificaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que afectará sus derechos y garantías.
El derecho de las mujeres de participar en igualdad de condiciones con los hombres, hoy se busca borrar y tirar a la basura, vulnerando a un sector que históricamente elpatriarcado orilló a padecer múltiples violaciones a sus derechos fundamentales.
Actualmente, la nueva embestida morenista busca modificar los artículos 41, 73, 99 y 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con los que se acotan las facultades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para dar protección a los derechos políticoelectorales de las mujeres.
Literalmente, las reformas permiten la discrecionalidad de los partidos políticos para que las mujeres puedan competir en los procesos electorales y de dirección de los mismos partidos en igualdad de condiciones.
A NIVEL LOCAL
En Hidalgo sucede algo distinto, pero similar, que se basa más en la simulación y en el discurso que en el aplicar la paridad e igualdad de género como debería ser.
Apenas ayer martes, la sede del Poder Legislativo celebró un foro dedicado a mujeres, bajo un Congreso de Hidalgo liderado por el patriarcado hidalguense.
El agandalle y el pasar por encima de los derechos políticoelectorales de las mujeres, así como el menospreciar la trayectoria y trabajo de este sector vulnerable, quedó demostrado en la LXV Legislatura de Hidalgo.
Si bien es una Legislatura que se integra 50/50 de mujeres y hombres, en la práctica el máximo órgano colegiado de toma de decisiones del Poder Legislativo es integrado exclusivamente por hombres, pues cada uno de los partidos políticos representados en la Cámara local, también son encabezados por hombres.
Representantes locales masculinos suben en cada oportunidad a la máxima tribuna del estado para vociferar que son “la Legislatura de la inclusión y de la igualdad”, pero lo cierto es que en la toma de decisiones, las mujeres son excluidas.
Incluso, las comisiones de estudio y dictamen no son presididas por mujeres, aunque muchas de ellas poseen de mayor currículum que quienes presiden las comisiones como Legislación y Puntos Constitucionales, Gobernación, Hacienda y Presupuesto, Instructora o de Seguridad Ciudadana y Justicia.
Prácticamente las mujeres de la LXV Legislatura de Hidalgo sólo figuran en el papel, figuran en las sesiones ordinarias del Salón de Plenos, en las de la Diputación Permanente, y en las demás actividades del Congreso local, pero en la dirección del Poder Legislativo, no tienen voz ni voto activo.
