Respuesta a sentimientos de estrés, ansiedad, aburrimiento o tristeza
Las vacaciones son el momento ideal para relajarse, pero también pueden activar circuitos cerebrales que nos llevan a comer más de lo que realmente necesitamos. Este fenómeno, conocido como hambre emocional.
Esto ocurre cuando comemos no por hambre física, sino como respuesta a lo que sentimos: estrés, ansiedad, aburrimiento o tristeza, es decir, como una fuente de placer y alivio emocional.
Identifica el hambre emocional
- Aparece de forma repentina y urgente.
- Buscas algo específico (dulces, harinas, frituras).
- Comes sin tener hambre física real.
- No te sientes satisfecho al terminar.
- Sientes culpa, malestar o descontrol después.
- Usas la comida como consuelo o distracción.
Qué hacer para evitarla
- Mantén horarios de comida estables para regular los ritmos cerebrales.
- Realiza actividades placenteras que activen el bienestar sin comida.
- Haz pausas para identificar si tienes hambre física o emocional.
- Busca apoyo profesional para aprender nuevas estrategias de regulación emocional.