Para la celebración del Día de la Candelaria, realizada ayer 2 de febrero, a quien le tocó el muñeco en la partida de la tradicional Rosca de Reyes, tenía una deuda con los comensales de invitar a los tamales.
Con singular alegría, el embajador de Japón en México, Noriteru Jaime Fukushima Ichimori, aprovechó este día para preparar las comúnmente llamadas “guajolotas” y regalarlas.
En las oficinas burocráticas en México, se acostumbra que entre los colaboradores de estás, se conviva un día como el de ayer, con la desgustación de tamales; sin embargo, el diplomático japones lo hizo de forma singular.
Por el día, Noriteru Fukushima recorrió la periferia de la sede de la Embajada de Japón para repartir las “guajolotas” a personas que dedican su trabajo para mantener limpias las calles y jardines de la zona.
Con respeto y un gesto de agradecimiento, el diplomático en México obsequió los alimentos preparados a una decena de mujeres y hombres que estaban trabajando en esos momentos en la zona.