Clausura Profepa a la empresa Truper, en Hidalgo.

Clausura Profepa a la empresa Truper, en Hidalgo.

Descarga aguas residuales al Arroyo Colorado, afluente del río Tula

Por no acreditar el permiso de descarga vigente, como lo indican los artículos 88 y 88 BIS fracciones I y XIII de la Ley de Aguas Nacionales, la empresa Truper, ubicada en Hidalgo, se hizo acreedora a una clausura total temporal en sus descargas de aguas residuales.

El pasado 13 de marzo, en seguimiento al compromiso de limpieza y saneamiento de los tres ríos más contaminados del país, inspectores de la Profepa realizaron una visita de verificación a la empresa, cuyo giro es la fabricación de herramientas de mano. La empresa se rehusó a dar al personal de la Profepa el acceso para esta visita, que se realizó en seguimiento a una visita de inspección previa en la que se dictó como medida de urgente aplicación la acreditación de un permiso de descarga de aguas residuales vigente.

La empresa Truper, que se dedica a la fabricación y comercialización de herramientas, descarga aguas residuales al Arroyo Colorado, afluente del río Tula, y al solicitársele la autorización de la autoridad ambiental para hacerlo, no la entregó; tampoco lo hizo en los 5 días posteriores a la visita. Además, se negó a dar el acceso a los inspectores para revisar el cumplimiento ambiental de la planta.

Por lo anterior, fueron colocados los sellos en las puertas de acceso del establecimiento.

Es importante señalar que el río Tula corre por el estado de Hidalgo, con una longitud de aproximadamente 130 km. Este río nace de la afluencia del río Tepeji con los sistemas de desagüe de la Ciudad de México y desemboca en la presa Zimapán, que da origen al río Moctezuma; forma parte de la Región Hidrológica del Pánuco.

“Hacemos un llamado a la industria a cumplir la normatividad ambiental, a fin de reducir sus impactos al medio ambiente. Continuaremos haciendo visitas de inspección e imponiendo las medidas correctivas necesarias para que los establecimientos de todo tipo hagan lo que les compete en este tema”, explicó la procuradora Mariana Boy Tamborrell.

La contaminación del río Tula se debe principalmente a las descargas de la termoeléctrica, de la refinería, de los agroquímicos, de la industria textil, de la industria papelera, de las cementeras y las descargas de la Ciudad de México.

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