Por Checo Pérez dio una de sus mejores carreras desde que hizo su debut en la F1, hace 13 años, en el Gran Premio de Arabia Saudita y es que no sólo ganó, gustó, dominó y está a un solo punto de Max Verstappen en el campeonato de pilotos.
Este triunfo además de posicionar a Checo como un serio contendiente al campeonato, marcó una emancipación de su coequipero, el bicampeón Max Verstappen.
Y es que el mexicano, durante sus primeras temporadas en Red Bull, siempre jugó para el equipo, si se le pedía dejarse pasar o bajar el ritmo para beneficiar al neerlandés, lo hacía e incluso que eso significara perder podios.
Cómo olvidar la última carrera de 2021, donde Pérez, consiguió ese sobrenombre de “Ministro Mexicano de Defensa”, por la forma en que impidió que Lewis Hamilton lo pasara y que así Verstappen los pudiera alcanzar y eventualmente superar.
Eso significó el primer campeonato Max, reconocido así por el mismo piloto, quien en entrevista dijo “de no ser por Checo, no sería campeón”, incluso durante la comunicación durante la carrera dijo “Checo es una leyenda”.
Sin embargo, 2022 marcó lo que sería el parte aguas de esa relación de “equipo”. Después del Premio de Mónaco, que ganó el mexicano, Jos Verstappen, papá de Max, publicó una columna donde recriminó a Red Bull el haber “ayudado” más a Checo que a su hijo quien lideraba el campeonato de pilotos.
Más tarde en esa temporada y Max ya siendo campeón, no permitió que Checo lo adelantara, aún cuando fue una orden directa del equipo, puntos que le costaron el subcampeonato al Pérez.
Esta temporada 2023, la posición de ambos pilotos de Red Bull ha quedado clara, ninguno de los dos cederá la posición, no sin antes pelearla, ninguno permitirá que desde boxes se les de la indicación de bajar el ritmo y que esto pudiera ayudar al otro.
Esa es posiblemente la molestia de los Verstappen, ya no contar con un piloto que los cubra, que haga el trabajo sucio, ahora tienen de lado un serio rival a vencer, un piloto que está acostumbrado a pelear con los mejores, en ocaciones con autos de menor rendimiento y aún así salir airoso.
Pero esta vez es diferente, Checo tiene en el RB19 el mejor monoplaza de la temporada y tendrá que demostrar con victorias, que tiene lo necesario para ser campeón del mundo y que puede ser considerado, uno de los mejores pilotos en la historia de la F1.
