Suponiendo… sin conceder

Suponiendo… sin conceder

Todo el poder

La cinematografía mexicana, así como el periodismo desde sus épocas más vetustas, tiene una larga tradición de denuncia pública contra actos del autoritarismo más miserable que ha aquejado a nuestro país durante prácticamente toda su historia. 

Así lo retratan varios títulos peliculescos como “Rojo Amanecer”, que reseña la barbarie cometida por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz durante los funestos días de 1968. 38 años después, el filme “Todo el Poder”, del cineasta Fernando Sariñana, registra una de las épocas más miserables del priismo todopoderoso que contraminó todas las células gubernamentales en el país y ocasionó una ola de violencia pocas veces vista.

En la actualidad, tendrá que surgir algún cineasta que denuncie los actos del autoritarismo institucional más descarado  y cínico que haya existido, que nada le envidia a esas épocas oscurantistas del priato.

“A mí no me vengan con que la ley es la ley”, ““es buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios”, frases célebres del expresidente Andrés Manuel López Obrador que se han convertido en libro de consulta para el morenismo gobernante que se traslada a los procedimientos “legales”, como la elección de quien encabezará la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

El Senador Javier Corral ilustró ese procedimiento, por llamarle de algún modo, cuando aseguró sin pudor alguno que la inclusión de Rosario Piedra en la terna final de aspirantes a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, otra vez, se debe a un “consenso político” y no a las calificaciones obtenidas por cada aspirante.

La inclusión con calzador de la favorita del oficialismo, que dio muestras de una cínica sumisión al poder más allá de sus méritos profesionales, es un retrato fiel de ese abuso de poder que se ha manifestado en infinidad de ocasiones en el régimen gobernante actual.

¿Por qué se incluye a alguien que obtuvo un solo punto en las evaluaciones? Pues porque pueden, porque les da la gana, sin más explicación y argumento. 

Más allá de la demagogia con que se ha sostenido el régimen actual, el voluntarismo moralmente superior se continúa imponiendo con el puro discurso por encima de cualquier reglamentación. 

En esas condiciones la ombudsoerson de Hidalgo se presentó ante el Senado mintiendo abierta y descaradamente para buscar el cargo nacional sin importarle falsear la realidad y sostenerla con más mentiras, como alterar documentación oficial con la certeza de que no habrá consecuencia alguna.

Con esa misma convicción, se pretende imponer en el único organismo autónomo que no es objeto de ataque por parte del aparato gobernantal a quien garantiza la tranquilidad del Estado en una materia tan importante como la vigilancia y protección de los Derechos Humanos.

Así, exactamente igual que como lo hizo el salinismo al crear un organismo que convalide y legitime al Estado ante cualquier acto arbitrario.

Exactamente igual que en el régimen del oscurantismo neoliberal.

Más en:

https://x.com/FHidalgoVergara
administrator

Noticias Relacionadas