La estrategia de seguridad pública
Hidalgo se ubica, de acuerdo con las cifras oficiales presentadas por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum y el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, como el séptimo estado con menor índice de homicidios dolosos.
De asesinatos, pues.
El dato no es menor, durante la conferencia “mañanera del pueblo”, García Harfuch presentó la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en los estados.
Cuatro de los cinco estados con menos homicidios, son gobernados por la oposición, incluido Yucatán, cuyo gobernador, Joaquín Díaz Mena, de Morena, tomó posesión apenas el uno de octubre pasado, luego de dos sexenios panistas y el resto priistas.
Cuatro de los cinco estados con más homicidios, son gobernados por Morena.
El informe resultó curioso por diversos datos, entre ellos, además de las cifras altas en asesinatos en varias entidades del país, que García Harfuch aseguró que trabajarán de manera particular con entidades como Guanajuato, a pesar de que se ubica en sexto lugar, por encima de cinco estados gobernados por Morena.
La politización de la estrategia de seguridad es una garantía de fallas y un despropósito que continuará siendo una pesadilla para la población de la mayor parte del país.
Es además una de las promesas de lo que no iba a ocurrir con el nieto del General Marcelino García Barragán al frente de la seguridad pública en México.
El estado de Hidalgo cayó hasta el lugar nueve, después de ser el primero, entre las entidades más seguras del país, de acuerdo con el más reciente estudio de Índice de Paz, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz.
Hidalgo resultó, en ese estudio, con una puntuación de 2.336, luego del análisis de cinco rubros: homicidio, crímenes de la delincuencia organizada, delitos con violencia, delitos con arma de fuego y miedo a la violencia.
Los registros de líos delitos, elaborados por la Secretaría de Seguridad del gobierno federal, contemplan los cuerpos desmembrados, con huellas de violencia y otros que se encontraron dentro de costales, en Pachuca, Mineral de la Reforma, en Ixmiquilpan, Tula, Tulancingo, Cuautepec, y varios municipios más.
Lo más reciente, cinco hombres desaparecidos que fueron hallados sin vida, asesinados de forma violenta, de forma inhumana.
El abandono de las fuerzas federales en Hidalgo es evidente: primer lugar nacional en huachicol y la drástica caída en los índices de paz y seguridad.
A pesar de ello, el estado continúa en el “top 10” de los más pacíficos, aun rodeados por entidades incendiadas por la inseguridad, como Veracruz o el estado de México.
Mala señal que la presentación de la estrategia de seguridad revele visos políticos con claros tintes propagandísticos.
Pésima señal que Hidalgo siga contemplado en los estados en que no hay necesidad de mayor intervención de la “inteligencia” del gobierno federal, pues aquí poco pasa.
El desdén hacia Hidalgo del sexenio concluido tiene que revertirse.
**Las expresiones contenidas en estas líneas, no representan la postura editorial de CentralMX, simplemente son señalamientos recogidos de los pasillos de los edificios públicos y en redes sociales.
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