Actos de violencia disminuyen la participación ciudadana en el proceso electoral
Fue presentado un balance de la violencia político-criminal y sus implicaciones en la democracia mexicana, por parte de las organizaciones Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), Data Cívica, México Evalúa y el medio Animal Político, a un mes después de la jornada electoral.
Respecto al proceso electoral de 2023-2024, Tiziano Breda, coordinador asociado de análisis para América Latina de ACLED, resaltó que fue marcado por uno de los más altos niveles de violenciacontra figuras políticas registrados desde 2018, en especial contra funcionarios y aspirantes a cargos locales.
Datos del monitoreo de Votar entre Balas, 130 aspirantes, precandidatos y candidatos fueron atacados presuntamente por grupos del crimen organizado durante el proceso electoral 2023-2024, entre el 7 de septiembre de 2023 y el 2 de junio de 2024.
De éstos, 34 fueron asesinados, 40 sobrevivieron a atentados, 32 recibieron amenazas tangibles (en mantas, videos, u otras que provocaron la renuncia a la candidatura), 10 candidatos fueron secuestrados, y en 14 ataques armados la persona candidata sobrevivió pero alguien más murió.
De acuerdo con un análisis estadístico enfocado en la reducción de participación electoral, elaborado por México Evalúa, por cada ataque contra autoridades a nivel municipal, la participación se redujo en dos puntos porcentuales en la elección local.
Violencia contra mujeres candidatas
En cuanto a la violencia dirigida específicamente hacia las mujeres, el análisis de México Evalúa refiere que dos de cada diez víctimas de violencia política son mujeres. Sin embargo, las mujeres relacionadas con puestos de elección popular son más propensas a ser víctimas de ataques.
La probabilidad de las mujeres candidatas de recibir amenazas y ser víctimas de ataques armados es mayor a la de los hombres, mientras que en el caso de los hombres candidatos, es más probable que estos sean asesinados.
Asimismo, se destacó como dato relevante de los hallazgos; que el 8% de las amenazas y ataques contra mujeres se dieron hacia sus familiares.