Por El pendiente de la paridad sustantiva
Por: Fernando Hidalgo Vergara
Representantes de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) exigieron, al alimón, que el Instituto Estatal Electoral (IEEH) “a la brevedad” cumplan la sentencia que ordena modificar las reglas de postulación exclusiva de mujeres en 41 municipios, que no hubiesen sido gobernados por mujeres nunca, al menos desde 1947, año en el que las mujeres alcanzaron su derecho a votar y ser votadas, hace apenas 76 años.
Un lapso de tiempo tan breve, en comparación con los poco más de 200 años de historia de nuestro país, que pareciera increíble que existan aún reticencias personales, políticas e institucionales para que se avance en ese aspecto.
Piedras en el camino y escollos en los senderos ponen los líderes partidistas, hombres por supuesto, para que no se les “complique” la designación de candidaturas, debiendo echar mano de mujeres para gobernar esos municipios.
Un mero acto demagógico cuando enarbolan el eslogan de “es tiempo de las mujeres”, cuando suben a la tribuna del Congreso a presentar propuestas “en favor” de las mujeres, pero continúan con trabas, en unas renovadas versiones del Club de Toby, para que se desarrollen a plenitud.
La tarea pendiente que, dijo el presidente estatal de Morena, tienen los partidos es hacer efectiva la paridad sustantiva no solo en la demagogia del dicho, sino en la efectividad del acto.
El ejemplo que salta a la vista es el Congreso del estado, en el que la actual legislatura se autonombró como la de “la paridad”, porque existen el mismo número de diputadas y diputados.
Pero las comisiones legislativas más importantes las acaparan los hombres.
La Junta de Gobierno fue un coto de hombres durante más de dos tercios de la legislatura.
La diputada que por fin asumió su cargo en la Junta lo logró porque su compañero de bancada cayó de la gracia de su dirigencia partidista.
Hay grupos legislativos con mayoría de mujeres pero que son coordinados por hombres.
La legislatura de la paridad es una vacilada que se demuestra con el hecho de que en 65 legislaturas en Hidalgo, solo en una, y la fracción tercera de otra, ha sido presidida por una mujer.
Ese es el verdadero talante de muchos políticos hidalguenses en cuanto surge el tema de la paridad.
El Instituto Electoral del estado está por determinar, otra vez, en qué municipios deberán postularse exclusivamente mujeres para gobernarlos.
A ver ahora qué peros le ponen.
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