Por “Estafa siniestra” parte dos.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El relevo en la Procuraduría General de Justicia del estado se concretó al fin, con la salida de Santiago Nieto, el “Ángel de la justicia” como fue llamado en la chunga política, para que acometa las campañas rumbo al Senado de la República.
El nuevo jefe del despacho, pues seguirá bajo esa figura quien dirija los destinos de la PGJEH, será otro abogado llegado de fuera, pues todo apunta a que será el nuevoleonés Francisco Fernández, “Kiko”, cuyo currículum agradó al gobernador Julio Menchaca desde su paso como delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en Nuevo León, en el año 2020.
Ahí, el mandatario estatal supo de las habilidades integrales del jurista y, de manera previa, se signó un compromiso futuro para su arribo a Hidalgo.
Las tareas del nuevo jefe del despacho serán concretas: continuar la consolidación del tránsito de procuraduría a la Fiscalía General independiente, tarea que lleva casi una década y cinco titulares, y la más importante, continuar con el ya célebre maxiproceso de la llamada Estafa Siniestra.
Continuar con las investigaciones que han alcanzado cierto nivel de importancia, en cuanto al nivel de los involucrados, pero sobre todo de quienes aún no alcanzan ese estatus jurídico.
Las dos vías: las carpetas ya judicializadas y las que aún se encuentran en integración.
Por ejemplo, del primer caso, las que involucran a Pablo Moreno Calva, subsecretario de Administración y Finanzas de la SEPH, o Verónica Vizzuett Balderas, coordinadora de Planeación Financiera de la Secretaría de Finanzas, dos funcionarios, si no menores, sí de segundo nivel en la ambas dependencias y cuya autoridad no alcanzaba para despachar los millones de pesos que de ahí salieron y fueron a parar al limbo de la ilegalidad.
Y, en el segundo supuesto, la que involucran a la exsecretaria de Finanzas estatal, Jessica Blancas, cuya autoridad era absoluta para permitir, o negar, la dispersión de recursos públicos con fines ajenos a la correcta administración.
Es decir, ilegales.
Dijeran los clásicos, “se viene lo bueno” y el relevo de Nieto Castillo tendrá que encararlo con frenesí y efectividad.
Buena suerte a Santiago Nieto, para que al menos valga la pena que se vaya sin completar su excelente trabajo.
