Suponiendo…sin conceder 

Suponiendo…sin conceder 

El cártel inmobiliario y los 100 millones: el cinismo como bandera 

Por: Fernando Hidalgo Vergara 

Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que los contratos mostrados por Latinus existen y que sí es cierta la relación con los supuestos conocidos de su hijo, pero señaló que “no hay ningún problema”.

Que 100 millones no es nada. 

“Pues…eh, si, deben existir, pero…mis…este hijos no tienen nada que ver. Mis hijos no son corruptos”, balbuceó, perturbado, tratando de justificar los millones de pesos que, en evidente conflicto de interés, se embolsaron los “empresarios” amigos cercanos al hijo presidencial. 

Como en cualquier caso de corrupción del gobierno lopezobradorista, no importa prueba alguna exhibida, no importa el dato, el documento oficial. 

Solo importa la palabra de él, sinónimo de acogedor patente de impunidad. 

Frente a él, la oposición se enfanga en las denuncias por el llamado “cártel inmobiliario”, una red de corrupción en el tema de la venta y renta de inmuebles en la alcaldía Benito Juárez, de la Ciudad de México.

La Fiscalía de Justicia capitalina informó que esta “compleja red”, otorgaba permisos para la construcción de departamentos o la adquisición de predios, con base a irregularidades, extorsiones o favores en el marco de la ley.

El actual alcalde de Benito Juárez, el panista Santiago Taboada, fue ligado al Cártel Inmobiliario en la investigación en curso, en cuyos argumentos legales se establece un sino de complicidad transgubernamental que, según la fiscalía, continúa en proceso de indagación.

Sin embargo, la agrupación opositora “Va x México” salió presurosa a defenderlo de las acusaciones y afirmaron que es “víctima de persecución política”.

La politización del proceso judicial enturbia el curso correcto de las indagaciones a conveniencia, casi siempre, de quien efectivamente guarda culpa por acción u omisión.

Es una estrategia así, turbia, fuliginosa que empantana la búsqueda de la verdad.

La jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, señaló que “hay pruebas, documentos y testigos”, ante la idea planteada de la “persecución política”.

El despropósito de la oposición revela no solo una precaria condición moral y legal sino una inexistente estrategia de comunicación para dirigirse al electorado, que sigue teniéndolos por ejemplo de suciedad política. 

Ante el descubrimiento de negocios turbios, inconfesables o de plano ilegales, el cinismo dicta como primera medida, que el responsable  busque y encuentre un enemigo, un villano malvado que sea el culpable. 

El cinismo como bandera y resabio de incapacidad.

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