Suponiendo…sin conceder

Suponiendo…sin conceder

Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara

Al diablo con las encuestas

Un abrazo, con tristeza y pesar, a la familia del arquitecto César Fernando Zúñiga Noriega, amigo entrañable desde hace 38 años. Descansa en paz, querido “Cacho”.

El mecanismo de las encuestas para consultaral pueblo” no es más que uno más de los discursos demagógicos utilizados por todos, todos, los partidos políticos, para convalidar dedazos y para quedar bien con el electorado.

Pero generan rupturas, venganzas, berrinches e inconformidades de quienes no fueron favorecidos por la “voluntad del pueblo”, es decir, por los acuerdos, componendas, compromisos, pago de favores y demás mecanismos que, en la realidad, son lo que definen las candidaturas en todos los partidos, en todos, desde siempre. Siempre.

El que los jerarcas de Morena digan que no son iguales a los corruptos del pasado, que ahí sí respetan a sus bases (¿cuáles?), a sus militantes, a sus estructuras, a sus electores, a su pueblo, es una patraña que todos los que juegan este juego saben, pero se hacen…de la vista gorda.

Por eso no extraña la medida que anunció la dirigencia estatal del partido en el poder, en cuanto a que designará candidaturas a ayuntamientos y diputaciones por acuerdo político, y ya no por encuestas.

El senador y delegado del “movimiento” en Hidalgo, César Cravioto Romero y el presidente local, Marco Antonio Rico, aceptaron ya, abiertamente, que la selección de las candidaturas para ayuntamientos y diputaciones locales en todo el país se harán mediante acuerdo político y no con base en encuestas, como principalmente acordaron.

Y como se hizo desde siempre, solo que, con el manto sagrado de la pureza democrática, esa que ya aceptaron que no es ni práctica ni resolutiva.

Cravioto Romero mencionó que Morena tiene “otro método” para la selección de las candidaturas a ayuntamientos y diputaciones locales, el cual, es el acuerdo político, el convencimiento o sometimiento de los suspirantes.

Con ese método no se evitarán los berrinches y conatos de rebeliones como el que realizó el delegado del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno; sin embargo, sí tendrán la autoridad política y moral de exigir silencio y lealtad, “alinearse”, como se decía en las pasadas glorias del otrora poderoso priismo.

También aquí, también para eso, se cumple la máxima de que el priismo no se crea, ni se destruye…

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