Por Golpe a la impunidad, no a la autonomía
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Luego de aprovechar un receso en la audiencia inicial que, por el delito de lesiones dolosas con agravante de ser cometidos en pandilla en contra de estudiantes, el pasado 19 de septiembre, para escabullirse, Esteban Rodríguez Dávila, líder del Consejo Estudiantil de la Universidad Autónoma del estado fue depuesto de este cargo por una jueza de Control del Tribunal Superior de Justicia.
La juzgadora determinó dictar como medida cautelar su suspensión del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH).
El criterio es que, dado que en la naturaleza de ese cargo Rodríguez Dávila podría tener contacto con las víctimas, por lo que determinó separarlo en tanto se resuelve por completo el juicio.
Esta medida dictada por la jueza del Tribunal estatal es un golpe a la impunidad, no a la autonomía universitaria, que tan febrilmente defienden para sostener a Rodríguez Dávila a pesar de que su encargo concluyó hace casi dos años.
Como ya se había advertido en este espacio, Esteban Rodríguez actúa como si se tratase de un ramplón político de pueblo, cuyo “fuero”, en este caso la autonomía, le permite incurrir en actos cuando menos irregulares sin dar explicación alguna.
Ya la semana pasada, luego de escurrirse de la audiencia, alegó “persecución política”.
El líder estudiantil, hemos de remachar, no es un perseguido político, por supuesto, no es ni político ni mucho menos “perseguido” salvo en la interpretación eminentemente judicial del término.
Este joven, cuyas formas son arcaicas, perdidas en el tiempo, está procesado porque agredió a estudiantes y por ello tendrá que enfrentar a la justicia penal.
La UAEH tendrá que atender la medida cautelar impuesta por la autoridad judicial, que no agrede su autonomía, pues tratándose de la posible comisión de un delito ésta, igual que el fuero, no aplica.
Ante la orden judicial, se vierte la oportunidad, oportuna e inigualable, de conocer los estatutos del Consejo Estudiantil, cuyo paradero ha sido un misterio no revelado para no tener que exponer, y en su caso perder, esa posición ante las condiciones adversas que las autoridades universitarias tienen desde el inicio del conflicto surgido del Instituto de Artes.
Habrá que elegir un nuevo líder estudiantil, bajo condiciones y circunstancias que la UAEH, o el grupo que la maneja, no deseaban enfrentar.
La defensa del imputado se acogió al plazo constitucional de 144 horas, por lo que su situación legal se definirá el próximo lunes 27 de noviembre a las 10:30 horas.
