Por Candidaturas al Senado y Morena, la basura reciclada.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
La marca Morena, y todo lo que su manto sangrado alcanza a cubrir, es un anhelado objeto de deseo para las próximas elecciones concurrentes.
Quienes aspiran a obtener y contender saben que el nombre del partido, amparado por el presidente Andrés Manuel López Obrador es casi suficiente para ganar.
Colados entre perfiles con verdadera preparación académica, trayectoria política y legítimas aspiraciones profesionales, hay personajes cuyo siniestro pasado y abusos, abonan al desencanto del “pueblo” por la llamada transformación.
Uno de ellos es la actual senadora María Merced González, quien 2019 asumió el escaño de Angelica García Arrieta, de quien era suplente y que falleció el 22 de diciembre de 2018, con apenas tres meses en el cargo.
Licenciada en contaduría, por la Universidad del Nuevo México, ubicada en Huichapan, Merced González González se vio envuelta en un escándalo de violencia, tráfico de influencias y encubrimiento en favor de su hijo.
El ocho de agosto de 2022, González González, y su hijo fueron acusados de agredir a golpes a una mujer y un adulto mayor.
La mujer golpeada resultó ser la nuera de la senadora y el adulto mayor el padre de la agredida, el conflicto surgió por la custodia de un niño de 6 años de edad, nieto de Merced González.
La denunciante detalló, en un video publicado en redes sociales, que el padre de su hijo y María Merced González González, actual senadora de la República, la golpearon a ella y a su padre, un hombre de 84 años de edad, “de una forma brutal y todo por buscar separar a mi hijo de su madre”.
La denuncia ante las autoridades penales avanzó como suelen avanzar las denuncias donde se involucran a personajes políticos poderosos y a sus familiares: nada.
El uno de julio de este año, Daniela García falleció trágicamente cuando su auto, un Golf, de Volkswagen, salió del camino en el que transitaba, en la localidad de Maney, municipio de Huichapan.
La necropsia de ley, practicada por la Procuraduría General de Justicia estatal e informada en un boletín de prensa, estableció que la joven mujer murió a causa de anemia aguda o laceración de la arteria pulmonar izquierda consecutiva a traumatismo de tórax profundo por hecho de tránsito terrestre.
Cuatro meses y siete días después del accidente en que perdió la vida, la investigación y el acumulado, consecuencia de la denuncia por violencia en contra de la ahora occisa, están a la deriva.
Lo más que había realizado el tribunal estatal, al judicializar el caso de violencia, fue emitir medidas cautelares que “le impedían” al acusado acercarse al domicilio de la víctima.
Con esos antecedentes, María Merced González González levantó la mano para reelegirse como Senadora, por el partido en el poder, para permanecer otros seis años en la cámara alta del país.
Pareciera que no hay más tela de dónde cortar, entre traficantes de influencias y saltimbanquis que cambian de color e ideología como cambiar de peinado.
En esas va la transformación.
