Después del Xantolo, la muerte se acerca…
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
La política, por supuesto, en dilecta honra a la metáfora de la vida que significa el humor por la muerte.
La muerte civil, en su faceta justiciera, se acerca, o se debería acercar cada vez más a quienes sangraron, casi hasta morir, al erario estatal en una operación grotesca, por aborrecible ilegalidad, de saqueo a las arcas públicas.
Un Juez de Control del Tribunal Superior de Justicia del estado dictó la medida cautelar de prisión preventiva en contra de Verónica VB, quien se desempeña, sí, todavía, como Coordinadora de Planeación Financiera en la ahora llamada Secretaría de Hacienda.
Conservó ese mismo espacio, heredado desde el sexenio pasado en que su jefa directa era Jessica Blancas Hidalgo, extitular de Finanzas en el gobierno de Omar Fayad.
Esta funcionaria, ahora nueva integrante de la academia de canto que dirigen, con diletante maestría, Santiago Nieto y Álvaro Bardales, tendrá que afinar las cuerdas vocales para, en antífonas entonadas, tararear lo que todo mundo sabe y que seguimos esperando: los nombres de quienes planearon y ejecutaron la llamada Estafa Siniestra y otros mecanismos similares.
Porque resulta inconcebible, risible y execrable suponer, sin conceder, que las máximas autoridades estatales de entonces desconocían y desconocieron el mecanismo para saquear y el destino del dinero robado. Sí, robado, ya sin eufemismos inmorales.
El diario El Universal reveló que Blancas Hidalgo vive en un suburbio de lujo ubicado en los Estados Unidos, un estilo de vida inalcanzable para un funcionario público que nunca hubiere podido hacerse de recursos económicos más allá de los legalmente establecidos en sus emolumentos que por su trabajo recibió.
Un estilo de vida que, en la imprudencia y la impudicia, se contagia en varios extravagantes exintegrantes del gobierno anterior, quienes se pasean, y exhiben como la ahora detenida, en destinos turísticos dignos de un jet set al que no pertenecen los funcionarios públicos, mucho menos en Hidalgo.
Si es certera la información, como debe ser, Blancas Hidalgo tendría que explicar, al menos, cómo es que obtuvo los ingresos suficientes para adquirir propiedades en Estados Unidos en un barrio nada populoso.
Esperemos, por el bien del sano desahogo del maxiproceso, que ella no cuente, como el exgobernador Omar Fayad, con la bendición presidencial.
Faltaría nada más verla adherida al Partido Verde Ecologista.