GPI: El parto de los montes
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Como en aquella célebre y famosa fábula del escritor griego Esopo, que relató cómo, hace mucho, pero mucho tiempo, en épocas muy lejanas los montes dieron señales de parir.
Y los hombres -y las mujeres también, muy seguramente -, de aquellos tiempos, esperaban ese parto con mucho miedo, y asombro por saber qué clase de monstruo iban a abortar.
Y al fin resultó, que el temible fruto de los montes, era un inofensivo ratón, lo cual causó carcajadas en los hombres -y mujeres-.
Así, la metáfora política adquirió personalidad propia con el anuncio previo de la adhesión de grandes personalidades al Grupo Plural Independiente, encabezado por el exgobernador Omar Fayad Meneses, rumor colosal y postrer desilusión.
El pasado viernes, el GPI llevó a cabo su plenaria, en la que además se delineó su agenda de trabajo para la elección 2024, en el plano estatal y nacional.
Ahí, presentaron a “los grandes actores políticos” que se suman al proyecto de quienes dejaron el PRI a mediados de año.
De la “agenda verde”, ni una sola palabra.
Entre ellos, como única figura de peso, relativo, está el expresidente estatal del Partido Acción Nacional, Cornelio García Villanueva, quien sorprendió a panistas, priistas, morenistas, verdecologistas y hasta gepistas con su presencia en el magno evento llevado a cabo en un saloncito ubicado en el fraccionamiento La Moraleja.
La adhesión al Partido Verde Ecologista estaba “cantada” desde hace semanas por el propio Omar Fayad y algunos de sus cercanos colaboradores.
La duda que aqueja a varios de quienes estuvieron presentes en el ágape opíparo el viernes es, qué le depara a la gran mayoría de las pocas personas que siguieron a Fayad Meneses en su aventura disidente.
Las candidaturas están dadas: el propio exgobernador al Senado, por tierra o por donde sea, si la obtiene, la gana; es un extraordinario candidato, con un discurso convincente y amplio recorrido en el territorio estatal.
Sin embargo, sólo lo acompañan la diputada Érika Rodríguez y el diputado Julio Valera Piedras, coordinador de lo que queda del GPI en el Congreso local, como figuras políticas de peso y trayectoria propios.
El resto, son soldados leales, pero sin sustancia ni importancia política que por sí solos les garantice posiciones de relevancia bajo las incipientes siglas gepeístas.
La disidencia priista tiene, además, la rebelión interna en la que desertaron las diputadas Citlali Jaramillo, Roció Sosa y el diputado Juan de Dios Pontigo.
De esa rebelión dentro de la rebelión, sólo Citlali Jaramillo parece tener un proyecto propio y con futuro.
La desazón que entre los adeptos a Omar Fayad causó la adhesión y adherencia de “figuras” políticas fue tal, que el exmandatario debió recurrir a una estrategia de golpeteo para darle un poco más de intensidad a su desabrido anuncio: retar a Carolina Viggiano y a Alejandro Moreno a no tomar candidaturas plurinominales en las próximas elecciones, para obligarlos a vencerlo “por tierra”, en frontal combate electoral.
Eso no ocurrirá, ambos priistas estarán en las primeras posiciones de su partido.
Lo que queda del PRI.
Será un duelo de titanes…