Suponiendo…sin conceder.

Suponiendo…sin conceder.

El regidor sentenciado y su clase política.

Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara

Esa clase de políticos, esa clase política, es la que la sociedad ya no tolera.

Y gracias a eso, y no a traiciones reales o imaginarias, es que el PRI, encarnado en este caso por Carolina Viggiano Austria, perdió de forma por demás cruda y contundentemente en las más recientes elecciones para la gubernatura en Hidalgo.

El regidor Christian Saúl “CB”, un joven junior hijo de la clase política influyente, poderosa, impune, que fue sentenciado por violación a, apenas, 12 años de cárcel.

Este sujeto, heredero de una casta de “hijos de”, como tantos aún existen en el PRI, fue detenido por un lamentable accidente, literalmente, en el que hizo gala no solo de su carácter pendenciero, cuya seguridad se la da el poder de sentirse impune, a tal grado, que se atrevió a enfrentar a golpes a policías municipales, quienes no tuvieron más remedio que someterlo y detenerlo.

Si ese accidente no ocurre, si no hace gala de su prepotencia, el delito mayor por el cual ahora está sentenciado no habría salido a la luz jamás.

Porque la víctima sabía que no tenía oportunidad de que una denuncia en su contra, por años de agresiones físicas, psicológicas y de toda índole, pudiese proceder en su favor.

Porque el joven regidor pertenecía a una casta política poderosa, porque estaba amparado y cobijado por un alcalde, por un diputado, por un gobernador, por un papá, que, sin un detonante público y notorio como una pelea en la vía pública, habrían hecho lo necesario para que librase la justicia por “un lío de faldas”, como tantos años ocurrió.

Porque la víctima vio la mínima oportunidad hasta que el propio regidor priista propició su detención, por alardear su poder y su repulsivo influyentismo.

Esa clase política no se ha extinguido, sigue pululando en diputaciones suplentes, en diputaciones propietarias, en secretarías particulares, en posiciones políticas obtenidas gracias al apellido.

Esa impunidad que da la influencia política continúa ahí, acotada, disminuida, retraída, agazapada. Pero ahí está.

Una verdadera transformación ayudará a que esa clase de animales políticos dejen de existir.

Y terminen en la cárcel.

administrator

Noticias Relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *