Presiones y amenazas para apagar el movimiento.
Por Fernando Hidalgo Vergara (@FHidalgoVergara)
La estrategia de los directivos de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo para finalizar el conflicto que provocaron hace más de un mes comienza a surtir efectos.
Distintos líderes y voceros del movimiento estudiantil determinaron renunciar, en algunos casos, por amenazas, en otros, por el mecanismo de presión que la propia UAEH ha iniciado.
La reticencia y resistencia absurdas del Rector Octavio Castillo para disculparse, en nombre de la UAEH, por los golpes que personal de la institución propinaron a estudiantes el pasado 19 de septiembre y la negativa, igual de absurda, de dar paso a la renovación del Consejo Estudiantil tienen como arietes las propias amenazas denunciadas por estudiantes.
Además, las presiones para continuar las clases como si nada hubiese pasado, primero, de la vocera, al advertir la posibilidad de que estudiantes de medicina podrían perder sus prácticas profesionales.
También, la Dirección de Servicio Social, Prácticas Profesionales y Vinculación Laboral UAEH convocó a los alumnos que deben realizar prácticas profesionales en el primer periodo del año 2024 a asistir a la plática de introducción.
El necio líder estudiantil, quien, en un video, arrogante, bravucón y pendenciero, amenazó con no renunciar ni “dejarles” el Consejo a los estudiantes en paro a quienes calificó como “pseudoestudiantes”, “porros”, “delincuentes” y “victimarios”.
El Rector se niega a disculparse públicamente en la inteligencia de que, si lo hace, aceptará implícitamente que ocurrieron los actos violentos originados por personal universitario que, efectivamente, sí ocurrieron.
El paro terminará, las presiones y amenazas darán un resultado pírrico a la UAEH, pero los estudiantes han demostrado que ya no están para ser sometidos bajo ninguna circunstancia sin rebelarse.
En las elecciones que vienen, votarán por quién les de la gana, sin recibir línea por primera vez en casi medio siglo.