El error de AMLO con el Grupo Universidad.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
El pragmatismo del presidente Andrés Manuel López Obrador es un hecho público, notorio y ampliamente demostrado.
El discurso demagógico del “no mentir, no robar y no traicionar” y el de “principios e ideales” es eso, discurso para ganar elecciones.
Y está bien, si el objetivo de su causa era llegar al poder, lo logró con esa serie de artilugios que llevaron a su redil a figuras de miserable historia y reputación como Manuel Barttlet, Ignacio Ovalle, Alfonso Durazo, Lilly Téllez y todo aquel que le sirviera en tiempo y circunstancia para ganar una elección.
En similar situación estuvo Gerardo Sosa Castelán, líder del aún llamado Grupo Universidad quien ofreció toda la estructura y los recursos económicos a su alcance -y al alcance de la UAEH– para apoyar el triunfo del ahora presidente.
En recompensa, obtuvo candidaturas y posiciones que la ola obradorista potenció al punto de haber puesto a ese grupo en el pináculo de su trayectoria política, logrando por primera vez una aplastante mayoría en el Congreso estatal.
En ese contexto, solo la habilidad política y legislativa de la nueva oposición le evitó un desastre político al último gobernador del PRI, Omar Fayad.
Una bancada de sólo cinco integrantes y seis aliados, logró desactivar, exhibir y nulificar a la “mayoría responsable”, de 17 morenistas, al menos nueve de ellos pertenecientes al Grupo Universidad.
Ese grupo desatendió la agenda progresista de Morena y privilegió la propia, dando como resultado una más de las chicanadas y traiciones políticas de los sosistas, que le colmaron la paciencia al presidente López Obrador, al punto de meter a la cárcel al exrector y líder de esa “cofradía”.
El presidente se equivocó y lo reconoció, no con disculpas o excusas, sino con señales como esa, contundente y aún de funestas consecuencias para Sosa Castelán, quien permanece bajo proceso y en reclusión domiciliaria.
En ese contexto, Claudia Sheinbaum sabe que no puede cometer ese mismo yerro, llegó a Hidalgo, ayer, de la mano del gobernador Julio Menchaca y marcó distancia del grupo, no solo por el escandaloso apoyo que dieron a su rival Adán Augusto López Hernández, sino por los antecedentes que ya obran en su poder.
El proceso legal que se le sigue al diputado que no habla español, pero cómo dice leperadas, Edgar HD, es un elemento más que Sheinbaum consideró y tuvo presente en su visita a la capital del estado.
“Sé perfectamente” lo que es el Grupo Universidad, señaló ante los medios.
“Cuando los estudiantes demandan, en general, tienen razón, así que pedimos que se escuchen las demandas legítimas de los estudiantes de la UAEH”, sentenció en su discurso.
Vaya señales las que envió la exjefa de gobierno de la capital del país.
A ver si no son llamarada de petate.