Por Más vale prevenir… que otra estafa siniestra.
Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara
Es del dominio público que muchos gobiernos municipales, sobre todo de municipios con precario acceso a la educación, son encabezados por personas que desconocen, en lo elemental, los alcances y limitaciones legales de sus funciones.
En función a esa limitación, es que la llamada “Estafa Siniestra” se pudo pergeñar por una mente que es, evidentemente, más avezada y perversa en las artes del desfalco a los dineros públicos.
Seamos serios: los alcaldes de Huautla, Felipe N.N.; Yahualica, Elías N.N.; Tlahuelilpan, José Alfredo N.N., y Pisaflores, Luis Francisco N.N, no tienen el conocimiento técnico, jurídico y financiero para diseñar, planear y ejecutar una rapiña de recursos públicos con los alcances millonarios que tiene la Estafa Siniestra, por la que ahora enfrentan cargos y procesos judiciales.
Incluso, el exalcalde de Nopala, Luis Enrique “N”, quien será procesado por el delito de uso ilícito de facultades y atribuciones agravada por un total de 71 millones 960 mil pesos, es también una víctima de quienes maquinaron el fraude y, al día de hoy, en el mejor de los casos, creemos que andan a salto de mata, si es que no disfrutan de las mieles de algún extraño manto protector que, cuando menos, ha retrasado su detención y sometimiento a juicio.
La academia de canto, hasta el momento, ha repartido muchos falsetes pero no ha dado el Do de Pecho que se espera.
Sin embargo, en una acción meramente precautoria, el gobierno estatal ha iniciado una serie de medidas hacia los titulares de los 84 ayuntamientos, en prevención a que, una vez más, algún vivales les sorprenda y nos regalen alguna otra acción siniestra.
Guillermo Olivares Reyna, secretario de Gobierno, invitó a las autoridades municipales a aprovechar este último periodo de mandato para “hacer las cosas bien, y dejar las bases de un buen gobierno”.
Pidió a los servidores públicos de las alcaldías a que utilicen de manera responsable y certera los recursos públicos y generar una cultura de rendición de cuentas a la población hidalguense.
Sobre aviso no hay engaño, y quien previene no es traidor.
El estado no aguanta otra siniestrada más.
