Fracasototote, los intentos de revocar a Julio Menchaca y Lorena García.
Así, fracasototote, como el célebre término inventado por el legendario entrenador mexicano Manuel Lapuente para describir el rotundo fracaso de la Selección Mexicana en los Octavos de Final del Mundial Corea-Japón 2002.
Y que se volvió un símbolo del ridículo.
Con más interés político que ciudadano, quienes promovían la revocación del mandato del gobernador Julio Menchaca y la revocación o, de plano, desaparición del poder municipal en Tulancingo, fracasaron atronadoramente.
Una cosa llamada Consejo Ciudadano de Observación Municipal (COCOM) intentó recopilar firmas con el objetivo de solicitar la revocación de la alcaldesa Lorena García.
El ejercicio era promovido por empresarios y expriistas que buscan el poder en la segunda ciudad más importante del estado, pero a la población le importó un demonio.
Más aún, el periodista Antonio Ortigoza documentó el avieso uso de menores de edad para firmar la “revocación”, figura que no está contemplada a nivel municipal.
El ejercicio, evidenciado, fracasó.
Para la revocación del mandato del gobernador Julio Menchaca, figuras como integrantes de la agrupación Izquierda Unida Hidalguense, encabezada por el exaspirante a gobernador, Tonatiuh Herrera y del Partido del Trabajo, respaldado por el grupo universidad, lograron la ridícula friolera de nueve mil firmas (y centavitos más) de las poco más de 236 mil 500 que se requieren.
Culparon al IEEH por falta de difusión y seguramente también al clima que inhibió la participación.
El fracaso es redondo, gigantesco.
Casi tanto como el absurdo demagógico de esa figura, inventada por Andrés Manuel López Obrador, para no dejar nunca de hacer campaña.
Y tener que gobernar.


