Por La Mesa de Análisis y las luces del PRI en Hidalgo.
En la Mesa de Análisis de CentralMX, que realizamos cada miércoles desde el pasado 14 de mayo, que cumplirá nueve meses en unos días, generosamente nos han acompañado representantes de prácticamente todos los partidos políticos registrados en Hidalgo.
Salvo el Partido del Trabajo y el Partido Verde que decidieron no atender la invitación, ahí han debatido gran parte de los temas de trascendencia política y social de nuestro estado.
Cosa que agradecemos.
Entre los temas más álgidos que hemos abordado está el de la situación grave y precaria que vive la oposición, no solo en Hidalgo sino en el país.
A pesar de que los gobiernos emanados de Morena han tenido grandes cantidades de problemas debido a la demagogia heredada con la que sustentan su política, la población continúa dándoles la preferencia por sobre el resto de las opciones políticas.
Uno de los casos más graves es del del PRI, y sin duda el más emblemático dada su historia como partido absolutamente dominante en Hidalgo.
La desbandada, negada por su actual dirigencia, es evidente: figuras que forjaron sus carreras en las filas tricolores y que, por conveniencia (legal y política), supervivencia o permanencia, brincaron a Morena y se instalaron de inmediato, sin rubor ni disimulo, en sus filas cuando el partido en el poder ya estaba en el pináculo de sus glorias presentes.
Los que además, fueron férreos y febriles críticos de la “Cuatroté” y sus principales líderes, como Omar Fayad, Julio Valera, Alejandro Enciso, Erika Rodríguez, Alma Lidia de la Vega.
Están quienes salieron del PRI desde que este partido aún gobernaba el estado y llegaron a Morena siendo aún una incipiente oposición, como el gobernador Julio Menchaca, Canek Vázquez, Cuauhtémoc Ochoa, Ricardo Crespo y Onésimo Serrano.
Están los que se acaban de ir del PRI, aún con un futuro incierto por incompatibilidad de caracteres con la actual dirigencia, como José Antonio y Jorge Rojo García de Alba y Benjamín Rico, históricos activos del priismo que sostenían sus últimos ladrillos
Finalmente, quienes aún permanecen ahí, por pertenencia al grupo de Carolina Viggiano, la actual secretaria general priista a nivel nacional, como Geraldina García, Mayka Ortega, Marco Mendoza, Moncerrat Hernández y algún otro, quizá.
Y hasta atrás, quienes parece que están convencidos de que no existe otra alternativa política mejor que la priista a pesar de no haber recibido gran cosa durante toda su militancia, como Bernardo Arista, Roberto Rico, Tomás Cano y algunos más.
Pregunté en la más reciente edición de la Mesa de Análisis de CentralMX:
¿Quién se quedará para apagar la luz en el PRI?
