Por 25N: Preguntas a las mujeres de la 4T.
No vale la pena detenerse en el miserable senador Gerardo Fernández Noroña, sino como el mal ejemplo más visible y más repugnante del miedo que, aparentemente, le tienen las figuras femeninas a él y a otros integrantes del “movimiento”.
Y hemos expresado en este espacio lo inconcebible que resulta ver cómo, esas figuras femeninas defienden a ultranza a mercachifles misóginos como Noroña y otros de similar calaña.
Más allá de esos sujetos pletóricos de misoginia y vulgaridad, cabe la duda, la pregunta: ¿es miedo a ellos o a criticar a alguien del “movimiento”?
¿Y si no, entonces qué es?
En Hidalgo, afortunadamente, no hay ninguna figura masculina que se asemeje en lo mínimo a Fernández Noroña o Cuauhtémoc Blanco o Félix Salgado ni a otros execrables ejemplos parecidos.
Pero aún existen prácticas, costumbres, tradiciones, hechos que demuestran que el “llegaron todas” sigue siendo un eslogan y que por inconsciencia o por conveniencia se sigue atropellando a los derechos de las mujeres.
Hechos que nos recuerdan que el sistema machista y patriarcal que nos rige está lejos de erradicarse, como en tantos discursos hemos escuchado.
A las mujeres del movimiento en nuestro estado, como Susana Ángeles, la figura más cercana a la Secretaria de las Mujeres del gobierno federal; Tania Meza, una de las mujeres con más conocimientos en el tema en el país; Bertha Miranda, una febril activista hoy silenciada por el institucionalismo, o Hilda Miranda, Lisset Marcelino, Simey Olvera y más, caben la preguntas:
¿Por qué no se pronuncian contra las acciones miserables como las de Noroña?
¿Por qué permiten que haya aún acciones como poner vallas para inhibir protestas de mujeres?
¿Por qué no acompañan a mujeres víctimas de violencia que acusan a hombres violentadores?
¿Por qué permiten que haya actos oficiales para mujeres encabezados por hombres?
¿Por qué no dicen nada contra una reforma que les dejará una gubernatura de juguete?
Son preguntas, jamás un “mansplaining” impertinente.
