El abandono ecológico en Hidalgo, una tragedia.
Por: Fernando Hidalgo Vergara
Hace tres meses se alertó, de forma pública a nivel nacional, que aguas negras y residuales llegadas desde el Valle de México causaron un desastre ambiental en la ciudad de Tula.
Todas las autoridades involucradas, la municipal y estatal de Hidalgo, la del Estado de México , la de la capital del país y por supuesto, la del orden federal, sabían que el agua de sus pozos estaba matando a los vecinos de la presa Endhó y simplemente decidieron ignorarlo.
El reportaje publicado en Televisa demostró y difundió lo que los vecinos saben desde hace décadas, que las aguas negras de la Ciudad de México, varios corredores industriales y hospitales, una refinería y una termoeléctrica han creado “un infierno ambiental al norte de Tula”.
La contaminación de la presa Endhó en Hidalgo llegó a sus pozos de agua potable y durante décadas ha envenenado, a 15 mil personas.
La pieza periodística señala que las autoridades lo sabían por una serie de estudios realizados en en año 2007.
Pero lo ignoraron, mientras las muertes de cáncer en la región se triplicaban.
Los pobladores sabían que sus enfermedades eran por la presa, en mayo de 2018 obligaron a la Comisión Nacional del Agua a analizar el agua de siete pozos alrededor de la presa.
Ayer, tres meses después de que se desatara el escándalo, la secretaria del Medio Ambiente federal, María Luisa Albores, por fin acudió al lugar.
No se sabe que exista, en el país, un lugar con tal emergencia sanitaria y ambiental como Tula, pero durante poco más 90 días, la funcionaria tuvo mejores cosas que hacer.
Su visita fue casi clandestina, acaso difundida por un tuit de la propia secretaria enviado seis horas después del recorrido por los pueblos ribereños en los que mencionó, escuetamente, que “en atención al compromiso que hicimos a las comunidades de Hidalgo, hoy recorrimos junto al @MST_Mexico la presa Endhó para buscar soluciones a la problemática ambiental de la región”.
“Trabajaremos por el derecho de las comunidades a un medio ambiente sano y por su acceso al agua”.
“Realizaremos un diagnóstico ambiental para trabajar en la restauración ecológica de la región”.
¡Un diagnóstico!
Noventa días después de que un reportaje perfectamente documentado confirmase las causas del daño ecológico y sanitario, la secretaria ofrece que se hará un diagnóstico.
Esa indolencia, irresponsabilidad y desvergüenza que demostró ayer, es la que por años han demostrado muchos de sus antecesores y que ha causado muertes y daños irreversibles en la región.
De la autoridad estatal, pues ni su luz, ni ayer, ni hace tres meses, ni hace años.