Por ¡¡Charros, charros!!
Arrancarle hojas al calendario es la obsesión de un gran número de personajes políticos en Hidalgo, tanto que el mismísimo gobernador Julio Menchaca ha debido llamarlos al orden un par de veces.
Pero la incertidumbre, cómo es cruel la incertidumbre, les hace entrar en ansiedad, angustia y desesperación por no perder la salida.
El periodista Luis Alberto Rodríguez desnudó (en el más metafórico de los sentidos) a dos protagonistas que buscarán, sin duda, entrar al carril de la carrera por la gubernatura: uno, José Antonio Rojo, de añejas aspiraciones, quien anunció hace un par de semanas una “pausa permanente” a su militancia priista, aunque no pueda desprenderse ni siquiera de la ancestral tradición de los eufemismos de la formalidad política.
El otro, Cuauhtémoc Ochoa, también expriista quien ya tiene la ventaja, al menos, de estar formalmente dentro del “movimiento” morenista, muy a pesar de los “duros” y del grupo cercano al gobernador Julio Menchaca.
La contienda entre ambos es cantada, hasta en sus pasatiempos.
Ochoa Fernández se proclamó campeón nacional del Congreso Charro, en Aguascalientes, apenas el sábado pasado y 48 horas después los hermanos Rojo García de Alba reciben el máximo reconocimiento que otorga ese evento.
Vaya, ya dando rienda suelta a sus pasiones, en un auténtico paso de la muerte.
Cantado el tiro por la gubernatura entre el exgobernador Miguel Osorio y el gobernador en funciones Julio Menchaca.
Aunque como dice el clásico de la cortesía cuasi discontinuada: primero las damas.
