Por Las narices de la iglesia católica
Un abrazo, con tristeza y pesar, a la familia del licenciado Alejandro Castañeda Montes de Oca, amigo entrañable desde hace 38 años. Descansa en paz, querido “Casta”.
Los altos jerarcas de la iglesia católica lograron lo que ni empresarios y académicos han podido, reunir a las dos candidatas presidenciales, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, en un foro.
Ah, también al candidato fosforescente, Jorge Álvarez Maynez.
En un encuentro realizado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se presentó una cosa que de denominaron “Compromiso Nacional por La Paz”, en el que quienes aspiran a la Presidencia de la República fijaron posturas en materia, nada más y nada menos, de seguridad.
El compromiso consta de 117 propuestas para trabajar en pro de la seguridad, la justicia y la paz con la participación de sociedad civil.
Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano, lamentó el asesinato de líderes de la iglesia católica y enfatizó que la estrategia fallida de fuego cruzado entre criminales cobró la vida de esos sacerdotes.
La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, enfatizó que hará suyas las propuestas de la sociedad civil, además de recordar a miembros de diversas religiones asesinados en el país.
Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, mencionó que su objetivo es seguir dialogando; en tanto, en respuesta al Compromiso presentado, lo firma con la leyenda “firmo el documento en el entendido que hay una visión conjunta de construcción de la paz; sin embargo, hay diversas afirmaciones y propuestas en las que no coincido y a la firma del presente debe anexarse el documento Sigamos dialogando”.
Solo Sheinbaum Pardo no sucumbió ante la tentación divina de privilegiar los hechos de violencia que han afectado a jerarcas religiosos.
Pero asistió al llamado.
La iglesia católica, su alta jerarquía, en estricto sentido, continúa teniendo una muy alta influencia en los hechos políticos en nuestro país.
No se diga en nuestro estado, donde presiona para que Tulancingo, la ciudad que alberga una de sus arquidiócesis más extensas, que comprende 32 municipios del oriente del estado de Hidalgo, tres municipios del estado de México, 14 municipios de la Sierra Norte de Puebla y tres municipios de la Huasteca Baja del estado de Veracruz, sea gobernada por una mujer.
Del tamaño de la influencia de la iglesia, pocos poderes fácticos en los entretelones de los procesos electorales.
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