Por Morena y las “segundas oportunidades”
El presidente de Morena en Hidalgo, Marco Antonio Rico Mercado, reveló la naturaleza humanista y sensible de su partido, lo que explica que en ese incipiente instituto político tenga cabida cualquiera, venga de donde venga.
Pero no es laxo el filtro de admisión que esgrime el partido en el poder, pues solamente si no son responsables de delitos como “traición y saqueo al pueblo”, todos merecen otra oportunidad, afirmó Rico Mercado.
Traición o saqueo al pueblo, lo que sea que signifique eso en el farragoso y sui géneris lenguaje político y más aún el de Morena, cuyo lenguaje ha cedido a la tentación de la confusión consciente y manipuladora.
Entre lo que se podría entender como “traición al pueblo”, quizá, están las dos lujosas propiedades en San Antonio, Texas, del hoy diputado federal y aspirante a senador Cuauhtémoc Ochoa Fernández, las cuales no fueron incluidas en sus declaraciones patrimoniales.
El expriista, exverde ecologista y exfuncionario federal en el gobierno de Enrique Peña Nieto, no reportó estas propiedades como ordena la ley, las que de acuerdo con el sitio de bienes raíces Zillow, el valor de la propiedad supera los 550 mil dólares estadounidenses (alrededor de 9 millones 400 mil pesos mexicanos).
Si eso no es una “traición al pueblo” y merece otra oportunidad, bien ganado lo tendrá el electorado y la militancia de Morena.
Ya, hablar de Manuel Bartlett, Félix Salgado Macedonio, Ignacio Ovalle y otros hoy morenistas con turbio pasado en el PRI y sus turbulentos tiempos, resultará ocioso.
Rico Mercado explicó que Morena trabaja en “la revolución de conciencias”, gracias a la cual han cambiado personas que decían “nací priista y me voy a morir priista”.
Morena debería ser una congregación espiritual, para evitarnos tanto sobresalto.
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