Por Morena, PT, Verde y GPI, deshacerse de los lastres
Con la firme convicción de que una hipotética alianza local con el Partido del Trabajo o el Partido Verde Ecologista le significaría más un lastre que un apoyo, Morena Hidalgo decidió romper con ambas instituciones.
Aliarse con el PT, en las actuales circunstancias de ese partido, implicaba caer nuevamente en las garras políticas del grupo de Gerardo Sosa Castelán, quien a través de su hermano y de leales repartidos en distintas posiciones, como el Congreso del Estado, controla por completo ahora a ese partido, como ha hecho con otros tantos a lo largo de poco más de tres décadas.
El negocio político no es redituable, pues además de comprometer candidaturas y posibles posiciones futuras, a cambio prácticamente de nada, tendría que lidiar con el desprestigio público de Sosa Castelán, quien se encuentra bajo arraigo domiciliario acusado de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58.2 millones de pesos.
Con el Partido Verde, la cosa pintaba menos funesta, hasta que decidieron aliarse con el llamado Grupo Plural Independiente, liderado por el exgobernador, hoy embajador en Noruega, Omar Fayad Meneses.
El 27 de octubre de 2023, el grupo de disidentes priistas anunció de manera oficial su incorporación al Partido Verde, en una reunión encabezada por Fayad Meneses.
En esa reunión, realizada en un salón de fiestas ubicado en la casa del alcalde de Pachuca, Sergio Baños Rubio, Carlos Puente Salas, diputado federal del Partido Verde y representante de su dirigencia nacional dejó claro que el único interlocutor entre el GPI y el Verde es Omar Fayad.
Las primeras acciones de esa alianza fueron decisivas, contundentes: calzarse chalecos verdes para plantar arbolitos y barrer maleza en Zempoala y Tepeji del Río.
Pero ocurrió algo similar que con el PT, el líder de este amasijo político, Omar Fayad, resultó premiado con una embajada en Noruega y cargó allende los mares con el descrédito de la llamada “Estafa Siniestra”, el desfalco al erario más grande del que se tenga registro en Hidalgo.
Los cercanos a Fayad Meneses, unos presos, como Martiniano “N” o Atilano “N”, otros en el exilio, como Jessica Blancas o de plano, prófugos como César “M”, constituyen una pesada carga para el prestigio de cualquier candidatura.
Un escándalo autoinfligido, la difusión de supuestas candidaturas para los principales cuadros del GPI, como el propio Fayad, Julio Valera y Alejandro Enciso, fue el principio del fin.
Ordenada por Fayad Meneses, esa difusión significó el repudio del propio Verde Ecologista, cuyas dirigencias estatal y nacional desmintieron lo informado por el grupo independiente.
Ante las circunstancias, Morena y sus altos mandos decidieron que, virtualmente, es mejor ir solos que mal acompañados.
El prolegómeno, este lunes Morena y Nueva Alianza acordaron candidaturas comunes en Hidalgo, dejando de lado al PT y al Verde.
El acuerdo implicó 18 distritos electorales para el Congreso local, de los cuales Morena encabezará 14, mientras que Nueva Alianza pondrá cuatro candidaturas.
El prestigio y el buen nombre no tienen precio.
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