Medios y justicia, uso faccioso
No es algo nuevo, por supuesto, y eso es precisamente lo que causa preocupación, pues, se supone, estamos en otros tiempos, en otros momentos en los que los vicios del pasado ya no existen, pues no son iguales los de hoy a los de antes.
Pero el procedimiento de utilizar a los medios de comunicación y las instituciones de justicia para obstaculizar, tirar o al menos desacreditar posiciones políticas no ha cambiado, si acaso los métodos que, por la modernidad y la tecnología, evolucionan.
Los tres casos recientes en Hidalgo recogen estos elementos, con una sustancial diferencia, que trataremos más adelante.
La senadora hidalguense, Nuvia Mayorga Delgado, desvió más de 58 millones de pesos cuando dirigió la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), beneficiando a una empresa propiedad de sus hijos.
De acuerdo con el periodista Mathieu Tourliere, de Proceso, este recurso se trataba de presupuesto destinado a la construcción de infraestructura para las comunidades más marginadas del país.
Esto se reveló en la revista Proceso el pasado 12 de febrero.
El diputado federal Cuauhtémoc Ochoa Fernández, candidato de Morena al Senado de la República por la segunda fórmula por el estado de Hidalgo, tiene más bienes de los que ha consignado en su declaración patrimonial.
De acuerdo con una investigación del diario El Universal, con datos de su situación patrimonial, el diputado, con domicilio en Polanco, una de las zonas más caras de la capital del país, está involucrado en al menos cuatro empresas que no ha reportado, además de casas millonarias en los Estados Unidos.
Esto fue revelado el 16 de febrero.
El alcalde de Huejutla, Daniel Andrade Zurutuza, fue denunciado por abuso sexual en 2022 por una mujer, quien ayer domingo 18 apareció en un video difundido en redes sociales, en el que recordó cómo la causa penal 1675/2022, presentada en el Ministerio Público especializado en delitos sexuales y contra la familia adscrito al CAVI, no ha tenido avance, dijo, en dos años.
Esto fue revelado ayer, el 18 de febrero, el día en que Andrade Zurutuza presentó su registro como candidato a diputado federal.
La diferencia sustancial en los tres casos es el canal de difusión, los dos primeros, donde se denuncian presuntos delitos de Mayorga y Ochoa, publicados en dos medios de comunicación de intachable reputación y seriedad.
El último, en las redes sociales.
El común denominador, que la acción de la justicia es tan lento e ineficiente que se presta a especulaciones en detrimento de las aspiraciones políticas de los involucrados.
Si todo es como antes, las revelaciones mediáticas quedarán como simples anécdotas.
Si las cosas de verdad cambiarán, veremos pronto cómo las autoridades dilucidan la culpabilidad o inocencia de los señalados.
Mientras, las patadas debajo de la mesa siguen siendo una estrategia incivil y escandalosa.