Por El histórico rezago en el Congreso
Por: Fernando Hidalgo Vergara
Es histórico, como las instituciones mismas, el rezago, la tardanza, en que incurren quienes las encabezan.
El rezago legislativo, el rezago judicial, el rezago ministerial, etcétera.
“Abatir el rezago” es una de las frases más pronunciadas, por ejemplo, por quienes han sido titulares de la todavía denominada Procuraduría General de Justicia del Estado.
El reto, combatirlo para “sacar” los pendientes y actualizar el trabajo de una institución.
La dinámica diaria y la vorágine laboral consume, normalmente, la mayor parte del tiempo de quienes encabezan el esfuerzo técnico y administrativo para solventar esos faltantes.
Un ejemplo, el 25 de agosto del año 2018, a poco más de un mes de que concluyese la sexagésima tercera legislatura, el entonces presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, el aún panista Luis Baños Gómez, informó que habría sesiones extraordinarias, tanto del pleno como de la propia comisión, para no dejarle pendientes a la nueva legislatura, que entraría un mes después.
Baños Gómez detalló que en esa legislatura, que duró únicamente dos años, se presentaron 443 iniciativas, de las cuales 60 fueron desechadas por diversas inconsistencias.
Además, el entonces legislador afirmó tener programadas sesiones de la Junta de Gobierno con el fin de tomar acuerdos para extinguir los pendientes.
Pero sobre todo, Baños Gómez no culpó al personal técnico del Congreso, no afirmó que las iniciativas no cumplían con uno o varios requisitos establecidos en la Ley Orgánica del Poder Legislativo, establecidos en su artículo 125, así como en su respectivo reglamento, en su artículo 67.
Ni tampoco acudió a señalar que el equipo jurídico es insuficiente.
Alejandro Enciso Arellano, actual presidente de esa comisión, fue espetado por al menos cinco de sus compañeras y compañeros ante el brutal rezago de más de 600 iniciativas sin dictaminar.
Señalaron que durante todo el mes de enero no hubo una sola sesión, una sola sesión no hubo en 31 días.
La respuesta fue que, al menos, la mitad de esas más de 600 iniciativas están mal hechas, que el equipo técnico es insuficiente.
Que el mes de enero es de vacaciones, porque es periodo de receso y el periodo de receso puede utilizarse, por ejemplo, para buscar chamba nueva.
El equipo jurídico del Poder Legislativo será siempre insuficiente, sobre todo cuando no se usa.
