Suponiendo…sin conceder 

Suponiendo…sin conceder 

Un año de la transformación.

Por: Fernando Hidalgo Vergara @FHidalgoVergara

Lo recordamos en este espacio, en la primera entrega de Suponiendo…sin conceder: el gobernador Julio Menchaca, un jurista reputado, un hombre decente, un pachuqueño de toda la vida, no se puede permitir dejar que el discurso demagógico lo absorba. 

No se puede permitir perder la serenidad que durante toda su vida profesional le ha caracterizado, en aras de arrogarse, por imitación, del discurso pendenciero, político y falaz que practica el Presidente de la República. 

Hablaremos (en este espacio) con absoluta responsabilidad y libertad del gobernador Julio Menchaca, un político de leyes que se ha rodeado de perfiles disímbolos para acompañarle en su incipiente gobierno. 

Un “gabinete paritario” que nació muerto, con más hombres que mujeres, desde el inicio, y por tanto incumple la medida a pesar de los esfuerzos propagandísticos. 

Un gabinete de figuras serias y experimentadas como Guillermo Olivares y Natividad Castrejón.

De quienes han demostrado ser comprometidas, pero inexpertas, como Mónica Mixtega y Carlos Henkel.

Así como de quienes han demostrado más interés político que capacidad, como Napoleón González y Simey Olvera. 

Un año ha transcurrido desde el inicio de este gobierno, histórico desde su génesis electoral, en que aplastó a la primera candidata priista a la gubernatura que pierde el poder político del estado de Hidalgo, en toda su historia.

Un año en el que el mandatario no cedió a la tentación propagandística de quienes encabeza su movimiento, ni al discurso demagógico y falaz con que se alimenta. 

Así, aunque no es común que un gobernante, menos en  vísperas electorales, acepte que en el territorio que gobierna hay pobreza, el gobernador lo hizo, recordó que en Hidalgo más de la mitad de la población se enfrenta a condiciones de pobreza.

En este primer año, en Hidalgo, hay 25 nuevos proyectos empresariales que representan una inversión de 23 mil millones de pesos y que sumados a proyectos que ya habían presentado, suman una inversión de 54 mil millones de pesos, lo que anunció apenas hace apenas 20 días Menchaca Salazar.

En un año, se superó lo hecho en materia de desarrollo económico en todo el sexenio pasado.

Huelga decir que, también con el parámetro del gobierno pasado, el combate a la corrupción ha levantado un histórico estilete en contra de la impunidad que reinó por años al estado de Hidalgo. 

Inicia hoy el segundo año de gobierno de Menchaca Salazar, que será sin duda el más complicado ante el fragor electoral que se avecina y por el que ya gran parte de su gabinete comienza a padecer el síndrome de los Tecolines: ansiedad, angustia y desesperación.

La pugna por las candidaturas dejará desprotegido al gobierno estatal, del que tendrán que emanar figuras con capacidad para no perder el ritmo en todas las áreas de la administración pública.

El gobernador tendrá, además, la ingrata tarea de cicatrizar las heridas que deje la reyerta entre quienes, algunas y algunos con legítimo deseo y otras y otros con desmedida obsesión, querrán emprender el vuelo electoral.

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