Por Se azota Morena, por inseguridad.
Fernando Hidalgo Vergara
@FHidalgoVergara
Parece que en Morena no se acostumbran a que son ellos quienes ejercen el poder del Estado, en el país y en Hidalgo.
La severa crítica que lanzó Jorge Hernández Araus, Marco Rico Mercado y los diputados locales de Morena, incluidos ya los “nuevos” adherentes expriistas, a los hechos de inseguridad que propiciaron la anulación de las elecciones municipales en Cuautepec de Hinojosa, golpea directamente a los gobiernos federal y estatal.
El gobierno municipal de Cuautepec de Hinojosa, uno de los municipios más violentos del estado debido a los grupos que se dedican al robo de combustible, es incapaz de hacerle frente a esa delincuencia.
Es absurdo suponer que el actual presidente municipal tendría la posibilidad de haber controlado los actos violentos que derivaron, ayer , en la resolución del Tribunal Electoral del estado, al anular los resultados en los que Jorge Hernández Araus resultó ganador.
Proceso que fue, en todo el país, el más violento en toda la historia reciente: reportes periodísticos y de agrupaciones civiles confirman que el proceso electoral 2023-2024 ha sido el más violento en la historia moderna de México, con 889 víctimas, incluyendo el asesinato de 39 aspirantes o candidatos a algún cargo de elección popular.
Cadenas internacionales, como CNN, informaron que, durante el período que va desde septiembre de 2023 hasta el 2 de junio, día de las elecciones, se registraron mayores niveles de violencia que en los procesos electorales de 2018 y 2021, con un incremento del 197,3% en comparación con 2021 y 132,7% frente a 2018, de acuerdo con el informe.
El dirigente estatal de Morena acusa que las autoridades electorales “permitieron” que la violencia interfiriera en el proceso electoral.
Jorge Hernández Araus culpó “al partido del PRI”, es decir, suponemos, que el Partido Revolucionario Institucional fue responsable de que hombres armados robasen los paquetes electorales.
El mismo domingo dos de junio, un grupo de hombres armados llegaron a distintas casillas del municipio, amagaron a los funcionarios de casilla que se encontraban contando los votos, sacaron y quemaron las boletas electorales.
Extraoficialmente se dijo que pudo ser uno de los grupos delincuenciales que operan en la zona asociado al Huachicol.
Para el candidato ganador, el culpable fue el PRI.
Los legisladores morenistas se sumaron y, a través de un comunicado, criticaron a “las fuerzas corruptas” que continúan mintiéndole al pueblo y a los “gobiernos neoliberales” que se niegan a abandonar el poder.
Confirman, además, la petición a las autoridades electorales para que garanticen la seguridad y la transparencia en los procesos electorales.
Se azotan, pues, aún habiendo abrojos.
La inseguridad en Hidalgo, y en todo el país, es un problema que va mucho más allá de pataletas y demagogias.
Nomás faltará que digan que por eso urge la reforma judicial.
¡Ah…!
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