Suponiendo… sin conceder

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Violencia en Pachuca II: respuesta inmediata

El secretario de gobierno del estado, Guillermo Olivares Reyna, invitó a la población a informarse a través de las cuentas oficiales del gobierno estatal.

Ni hablar: en este caso, la razón le asiste. Los medios de comunicación, en algunos casos, propiciamos especulación con información incompleta.

“Vamos a tratar temas relevantes que sin duda atribuyen a que la población en general esté enterada de una manera oficial y adecuada, para evitar especulaciones o comentarios que se apartan de la realidad y que luego, desgraciadamente, por las redes sociales se multiplica”, dijo Olivares Reyna.

Aunque realmente, la obligación de proveer ese insumo es de la autoridad y lo hizo con celeridad y eficiencia.

El desequilibrado sujeto que disparó a las afueras del bar ‘Soy de Mar’ ubicado en el bulevar Valle de San Javier, uno de las más exclusivas zonas de la capital del estado, ocurrieron luego de que el hombre, identificado como J. G. J. B, tuvo una discusión con su pareja sentimental dentro del establecimiento.

Tras la pelea, dijeron las autoridades, el presunto implicado perdió el control -especularon con la lógica de su parte-, salió del negocio y fue ahí donde realizó dos detonaciones al aire.

La evidencia recogida en las cámaras de vigilancia indica que ya lo esperaba un cómplice, con quien huyó a bordo de una motocicleta.

Este conflicto fue entre particulares y no corresponde a un ‘cobro de piso’ como se especuló en redes sociales, remató Salvador Cruz Neri, secretario de Seguridad Pública.

El escandaloso caso en el que las redes y los medios esperaban lo peor resultó en un pleito marital y no en la acción de algún peligroso grupo armado.

Hasta ahí, la tesis de las autoridades del gabinete de seguridad devuelve la tranquilidad a la población, sobre todo de ese sector tan acostumbrado a la vida suave y tierna, muy al estilo «Qu’ils mangent de la brioche».

La antítesis, indica que, en la capital del estado, en un restaurante ubicado en una zona de altísima plusvalía, había un hombre armado, con un cómplice presto en vehículo de ágil conducción, cuya inestabilidad emocional quedó de manifiesto.

Y la pronta respuesta de los agentes policiales, también.

Chapeau.


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