Por Colección de ilegalidades de AMLO
La Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó, por enésima ocasión, que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, vulneró principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda electoral pasada.
Y ahora fue más allá, los magistrados concluyeron que el mandatario mexicano, que juró respetar y hacer respetar la ley cuando protestó como presidente de la República, incurrió en el uso indebido de recursos públicos y programas sociales, esos que reparten dinero público al pueblo y que son entregados por un ejército de funcionarios gubernamentales.
Además, López Obrador coaccionó el voto de la ciudadanía, precisamente con el uso de esos programas sociales.
También, realizó promoción personalizada y difundió propaganda gubernamental en período prohibido.
Por si fuera poco, el presidente hizo alusión al famoso “Plan C”, con el que pretende una serie de cambios legales, entre ellas la demencial y vengativa reforma al Poder Judicial y a la necesidad de alcanzar una mayoría calificada en las cámaras del Congreso de la Unión “para continuar la transformación”.
Todo eso, en expresiones emitidas en las conferencias de prensa conocidas como “mañaneras” realizadas el 9 y 11 de mayo de 2023.
En dos días violentó cuanto precepto legal se le puso por delante, otra vez.
Los perspicaces magistrados concluyeron que tales manifestaciones presidenciales tuvieron un severo impacto electoral, “pues se trató de llamados a votar en favor de una opción política y en contra de otra, con lo cual, pretendió influir en las preferencias de la ciudadanía”.
Y no solamente el presidente incurrió en tales ilegalidades, también la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México y hoy virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, vulneró principios constitucionales, por realizar manifestaciones relacionadas con los comentarios del presidente en una conferencia de prensa.
Ademas, el batallón propagandístico del gobierno federal: Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República; Sigfrido Barjau de la Rosa, titular del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales (Cepropie); Jenaro Villamil, entonces presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) y hoy “encargado de despacho” del mismo organismo.
No estamos hablando del gobierno de algún presidente del corrupto pasado priista, se trata de quien asume como postulados el “no mentir, no robar y no traicionar”.
La impune e interminable serie de violaciones a la ley por parte del presidente de la República pasará a la historia como anécdota, no pasará nada, el resultado de las elecciones no va a cambiar.
Pero la autoridad moral del gobierno transformador, tarde o temprano, se juzgará.
Atacó a sus adversarios, no pasó nada.
Violó la ley, y no pasó nada.
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