Por Cipriano Charrez, el delito como argumento
Amén del evidente uso de dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, el exdiputado local y federal, Cipriano Charrez Pedraza, procura siempre argumentar con amenazas.
Lo hizo cuando murió un hombre a causa de un accidente automovilístico, en el que el ahora candidato a alcalde de Ixmiquilpan se vio involucrado al manejar, en estado de ebriedad, la camioneta que embistió el auto de la víctima.
Las amenazas que recibió la familia para no denunciar quedaron registradas, incluso con la detención del chofer de Charrez Pedraza, Hermenegildo “Gildo” M. M., participe en esos hechos.
Lo hizo con su propio hermano, Pascual, según su propia versión, cuando lo denunció por el delito de tentativa de homicidio, que finalmente fue reclasificado por el de lesiones y de amenazas.
Ayer, Cipriano Charrez volvió a las amenazas.
El candidato perdedor a la presidencia municipal de la perla del Valle del Mezquital amagó con el cierre de carreteras, en caso de que la Junta Distrital del Instituto Estatal Electoral (IEEH), no haga el recuento de votos.
Amenazó con que, por la fuerza, sus huestes asaltarían las instalaciones del IEEH en Ixmiquilpan, para obligar el reconteo de votos en frente de sus simpatizantes.
Amenazó con que no aceptará los resultados electorales del pasado domingo.
Cipriano Charrez fue derrotado en las elecciones con una diferencia superior a los ¡seis mil votos! por parte de Emmanuel Hernández Pascual “el chino”, candidato de Morena.
El empresario del queso y la crema, ampliamente reconocido en Ixmiquilpan, cuenta con un arraigo natural y genuino entre la población del municipio.
Contó, además, con el apoyo de experimentados, y expriistas, operadores políticos que impulsaron, con método y estrategia, su campaña electoral.
Con el 100 por ciento de votos computados por el PREP, Charrez Pedraza obtuvo 13 mil 082 sufragios, un porcentaje de 28.8.
Hernández Pascual, por su parte, logró 19 mil 321 votos, lo que hace un porcentaje de 42.6.
Una diferencia de más del 13 por ciento, una diferencia de 6 mil 239 votos.
Derrota contundente del candidato del Partido del Trabajo.
Por eso, la amenaza como argumento.
Otra vez.
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