Suponiendo… sin conceder

Suponiendo… sin conceder

Los errores del PRI lo extinguen

La referencia es hacia el Partido Revolucionario Institucional, porque, pese a que formó parte de una alianza junto con los antagónicos por antonomasia PAN y PRD, es el partido tricolor el que lleva la carga de la desgracia en está derrota electoral.

Porque, aun cuando al momento de entregar esta columna para su publicación, el retraso en los conteos rápidos del Instituto Estatal Electoral hacían imposible tener datos oficialmente comprobados, la tendencia era prácticamente irreversible.

Las candidaturas de la alianza PRI, PAN y PRD perdieron todos los distritos electorales locales, es decir, Morena tendrá aplastante mayoría en el Congreso local.

Y no será como la de 2018, asaltada por un incapaz grupo universidad, que hizo el ridículo frente a una disminuida pero sólida bancada de oposición.

Mismo sentido en el rubro federal, donde ni la presencia del exgobernador Francisco Olvera ayudó al priismo, lo que queda de él, a tener mejores derroteros.

En las presidencias municipales, ahora sí, Morena logró arrebatarle la llamada “joya de la corona” al tricolor.

Benjamín Rico Moreno, candidato priista en toda la extensión de la palabra, fue fundamental para que el PRI perdiese la capital estatal.

Los errores del PRI no son producto de malas decisiones en esta elección, vienen desde el sexenio de Manuel Ángel Núñez, Miguel Osorio, Francisco Olvera y, por supuesto, del más reciente y último gobierno estatal priista, el de Omar Fayad, el de la mayor corrupción documentada jamás vista en Hidalgo.

Artífice fundamental, también, en esta derrota priista es, sin duda, su líder nacional: Alejandro Moreno Cárdenas.

Alito”, como se hace llamar, ha hecho lo imposible por desmembrar al partido tricolor, sin que nadie de su círculo cercano se atreva a hacérselo saber.

El chapulineo oportunista existe, desde luego, sin embargo, la tremenda habilidad que Moreno Cárdenas tiene para destruir cualquier alianza, acuerdo, amarre o negociación que tenga con alguien que no sea de su mismo estrechísimo grupo -y criterio- es incomparable.

El PRI terminó por entregar lo poco que le quedaba en Hidalgo, incluso desde hace tiempo, oficialmente concluido en esta jornada electoral.

Hoy no tiene representación en el Congreso local y, al paso que va, será una reducida al mínimo que permite la repartición de curules plurinominales.

Y ya no es la de 2018.


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