Por Los hospitales de Hidalgo, como Dinamarca
Si, “para septiembre”, prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador, como ha prometido, al menos, 44 ocasiones durante su agonizante sexenio.
Apenas este lunes el mandatario federal estuvo en la capital hidalguense para evaluar los programas de salud en la entidad, que cubren los más de 700 centros de salud y de 31 hospitales.
Aquí, se “comprometió” que “para septiembre” se podrían tener listos los que se encuentran en construcción.
Es decir, para la parte final de su administración, que concluye el uno de octubre.
La primera vez que lo mencionó fue en 2018, hace casi seis años, y el plazo que puso fue que a mitad de su gobierno, es decir, hace tres años, se consolidaría “un sistema de salud pública de calidad y garantizando atención médica y medicamentos gratuitos”.
No ha ocurrido.
En su gira del viernes 12 de mayo de 2023, por la ciudad de Tula, el presidente López Obrador aseguró que las obras del nuevo hospital de Tula “van bien”.
También aseguró que “a finales de este año”, es decir, 2023, se podría inaugurar.
Sin embargo, el seis de noviembre de 2021, hace dos año y cinco meses, durante una reunión a puerta cerrada que celebraron presidentes municipales, funcionarios del gobierno de Omar Fayad y del gobierno federal, los primeros informes fueron dados por el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, quien dio a conocer que “en marzo de 2023 sería posible contar con un hospital que sustituya al que se inundó en septiembre de 2021”.
Evidentemente, no se cumplió.
Es una práctica consuetudinaria del presidente de México, “flexibilizar” el cumplimiento de sus promesas, al menos, en materia de salud, en todo el país, una estrategia de gobierno, una política pública, la de la mentira y la verdad a medias, la más efectiva de López Obrador.
Hidalgo no es la excepción.
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