Por De nuevo: Los conflictos bizantinos de Miguel Tello y el ejemplo de Menchaca.
El titular de la unidad de Planeación del Gobierno estatal, Miguel Ángel Tello Vargas, recibió, durante su comparecencia ante el Congreso local, una andanada de reclamos de legisladores que no comparten su visión moderna y tecnológica de conducirse en su encargo.
Marco Mendoza, Claudia Luna, Karla Perales y Alejandro Alcántara exhibieron descarnadamente las atrabiliarias actitudes de Tello Vargas, algo que, finalmente, no benefició en lo absoluto al informe presentado por el funcionario y mucho menos a una clara rendición de cuentas a la población que se interesa en saber cómo está el estado de cosas del gobierno estatal en esa área.
Existe el antecedente de un regaño del propio gobernador Julio Menchaca al joven funcionario por esa tendencia a la pendencia en las redes sociales, donde no se diferencia de un militante partidista y hace gala de esa “rebeldía” mal encauzada propia de muchos de sus correligionarios.
Ese mal, que no padece el gobernador Menchaca, le ha llevado a sostener conflictos bizantinos no solo con “sus adversarios”, sino con gente común como usuarios de redes sociales, periodistas o cualquier persona que no comulgue con sus ideas o que ose desmentir o contradecir sus afirmaciones.
Tenemos –y Tello lo tiene a unos cuantos metros- al mejor ejemplo de cómo se debe desempeñar un alto puesto en la administración pública en el propio gobernador Julio Menchaca, el jefe directo del impetuoso secretario.
Menchaca Salazar se dedica a trabajar, sin sumarse, colgarse o asumirse como un militante rijoso y demagogo como muchos de sus homólogos, baste ver el reciente desplegado, absurdo, anodino, pendenciero y ridículo en que gobernadores y legisladores “del movimiento” se “solidarizaron” por la violencia de la marcha del 15N.
Solidarios con policías golpeadores.
El gobernador de Hidalgo utiliza sus redes sociales para informarle al pueblo (a sus gobernados, todos, no solo a sus compañeros de partido) sus acciones como gobernante dentro de la administración pública estatal. Ejemplos sobran.
Quizá las ansias de novillero de Tello Vargas, quien por lo demás demostró tener pleno dominio de sus responsabilidades, lo llevan a buscar excesiva presencia en las redes, en los medios, en la palestra.
Bien haría Tello Vargas en recordar aquella antiquérrima sentencia sevillana que hace unos días compartí con sus amigos “Los Hijos del Pueblo”, dos jóvenes expriistas a quienes auspicia en sus menesteres podcasteros: “Paciencia, prudencia, verbal continencia (sobre todo), dominio de ciencia, presencia o ausencia, según conveniencia”.
Quiere ser gobernador, sin duda.
Y sin duda tiene capacidad, le falta edad.
