Por Del “no estás solo” al “lo dejaron solo”
¿Qué se rompió este fin de semana para el “movimiento” que gobierna México?
Una explosión de hartazgo ante la barbarie desatada en prácticamente todo el país, representado en Uruapan, donde gobernaba un presidente municipal que retó no solo al crimen organizado sino al gobierno estatal y federal que lo dejaron solo.
Un alcalde que, con la ley a medias, se ganó el respeto de su pueblo y por ende, su aprecio genuino, sin demagogias, sin intereses.
Al igual que se demostró cuando en Hidalgo asesinaron al alcalde de Pisaflores, Miguel Bahena, el pueblo de Uruapan se unió en auténtica indignación, furia, en contra de los criminales que lo mandaron matar y de los gobernantes que dejaron que lo mataran.
Carlos Manzo pidió auxilio a la presidenta de la República, quien hizo oídos políticos y solo atinó a criticarlo por no respetar el “Estado de Derecho”, ese que no existe, no hay cómo asegurar que existe cuando se promete que no habrá impunidad después de cometido el artero asesinato.
El ignominioso “no estás solo” con que el “movimiento” arropa a los suyos cuando se ven descubiertos en un delito cualquiera, como abuso sexual o desvío millonario de recursos públicos retumba en los oídos del pueblo que vieron como, al que no es militante de la causa, lo dejaron solo.
Lo dejaron morir solo.
Ése sí es el pueblo, el pueblo real.
El que enardecido protesta por la omisión –o acción – criminal de un gobierno.
No el que acarrean para llenar el Zócalo.
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