El eufemístico “top 10” en seguridad
Hidalgo se encuentra entre las 10 entidades más pacíficas, de acuerdo con el más reciente estudio de Índice de Paz, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz.
Este organismo internacional, establecido en 2007, está validado por organizaciones no gubernamentales e instituciones intergubernamentales como la OCDE, la Secretaría de la Commonwealth (mancomunidad británica de naciones), el Banco Mundial y las Naciones Unidas.
De acuerdo con el estudio, la seguridad en todo el territorio nacional mejoró 1.4 por ciento en 2023; en Hidalgo resultó con una puntuación de 2.336, calificación obtenida luego del análisis de cinco rubros: homicidio, crímenes de la delincuencia organizada, delitos con violencia, delitos con arma de fuego y miedo a la violencia.
Si, hasta ahí todo es alentador, salvo que el año pasado Hidalgo se encontraba en el sexto lugar.
Y hace dos, en el quinto. Y hace 10, durante tres años consecutivos, Hidalgo fue el primer lugar como el estado más pacífico y seguro del país.
Esta caída no es casual ni repentina, las mediciones cambiaron, sí, pero la metodología no.
Según el diagnóstico hecho por las autoridades estatales, el nuevo indicador “Miedo a la Violencia”, es el que originó los cambios en la posición de Hidalgo.
La política condescendiente del gobierno federal ha sido propicia para que, desde hace cuatro años, en Hidalgo existan más hechos criminales.
El combate al Huachicol es obra, desde el sexenio de Omar Fayad hasta el actual, de los cuerpos de seguridad estatal, pues la colaboración de las fuerzas federales es anecdótica.
Como país, México es uno de los más peligrosos del mundo para ser político, de acuerdo con el informe, el cual destaca que “170 figuras políticas y funcionarios gubernamentales fueron asesinados el año pasado”.
El gobernador Julio Menchaca Salazar informó que ya son 15 candidatos a distintos cargos y de diferentes municipios, que han solicitado protección, por temer por su integridad.
Hidalgo es, o fue, una ínsula en medio de un mar de violencia, en parte gracias a la coordinación de las estrategias de seguridad federal y estatal.
Hoy, Hidalgo está a la deriva, como el resto del país, en esta materia.
México ocupa la posición 136 de 163 países en la clasificación mundial del Índice de Paz, un ascenso de
tres posiciones con respecto al año pasado, pero una caída de ¡23 posiciones! desde el año 2008, cuando se publicó la primera edición del estudio.
Claro, ningún gobierno de la cuarta transformación se atreverá a decirlo.