Suponiendo… sin conceder

Suponiendo… sin conceder

José Antonio Rojo, el parto de los montes

La figura más prominente de lo que fue el PRI en Hidalgo, tomó la decisión de no decidir nada nuevo o desconocido y mantenerse como lo había hecho los últimos años: en pausa.

Si la postura de José Antonio Rojo García de Alba se mantiene en ese mar tranquilo de la espera paciente, su anuncio, que causó ruido y expectativa, corre el riesgo de convertirse en eso que los clásicos llamaban el parto de los montes: mucho ruido, mucho dramatismo, y al final… un miserable ratón.

Sin atreverse a ponerle nombre y apellido al dirigente nacional priista, Alejandro Moreno, a quien culpa de la pausa que, de forma elegante, podría describir lo que en realidad parece una negociación en curso.

Sus anteriores amagos de acercamiento con el PAN y con Movimiento Ciudadano fueron más contundentes que la carta en la que decide hacer pública su ya conocida animadversión a la dirigencia nacional priista. 

Rojo García de Alba y el gobernador Julio Menchaca fueron compañeros de legislatura, lo que implica inferir que hay cercanía y buena relación hasta la actualidad.

La figura histórica que representa Rojo García de Alba no está para ambigüedades, a lo que queda de la militancia priista no le prende, no le llama, no le sirve un líder ambiguo y blandengue.

A la militancia oficialista, no le interesa un demonio la pausa o la celeridad del histórico miembro de la familia real hidalguense. 

Un  mar tranquilo jamás ha forjado buenos marinos.


Síguelo por X:

administrator

Noticias Relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *