Por Olivares Reyna y los “hechos aislados” electorales
El eslogan de las administraciones del pasado, oscuro y de la larga noche neoliberal, se convirtió en una burla: después de algún hecho de violencia, un funcionario de alto nivel en el gobierno estatal salía, invariablemente, a decir “son hechos aislados, Hidalgo es seguro”.
Y en estricto sentido, Hidalgo sí es seguro.
A pesar de estar rodeado de estados incendiadas por la violencia como Tamaulipas, Estado de México, Veracruz o Puebla, en Hidalgo los indicadores y niveles de violencia son todavía bajos y la población puede, podemos, darnos el lujo de salir de noche, de pasear por las calles.
Aún.
Los “hechos aislados” en época electoral han incrementado su nivel de peligrosidad.
En conferencia de prensa, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), denunció un atentado a balazos contra su candidata a la presidencia municipal de Chapuhuacán, Eliddé Olguín Covarrubias.
El dirigente estatal perredista, Jorge Pérez Viveros, señaló que la candidata y su equipo fueron atacados con arma de fuego, por una persona que identificaron como simpatizante del Partido Revolucionario Institucional.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) inició la carpeta de investigación respectiva, en tanto, se designó personal para dar seguridad a la candidata de acuerdo al “Protocolo para la atención de seguridad de las candidaturas a Diputaciones Locales y Ayuntamientos para el Proceso Electoral“.
Se suma a los anteriores siete aspirantes, uno federal y seis en ayuntamientos, quienes recibirán este servicio de protección por amenazas o riesgos para su integridad.
Apenas el pasado 8 de mayo, la Secretaría de Gobierno del estado de Hidalgo aseguró que, a menos de un mes de la jornada comicial del próximo 2 de junio, “se determinó que hasta el momento todo marcha de manera pacífica en la entidad”.
Guillermo Olivares Reyna, titular de la Secretaría de Gobierno de Hidalgo, convocó a los representantes de todos los partidos políticos para abordar el desarrollo del actual proceso electoral, con el objetivo, dijo, de garantizar unas elecciones transparentes, conocer las inquietudes y las necesidades de las diferentes corrientes políticas.
En esta reunión, solo asistieron los dirigentes de Morena y Nueva Alianza, además del representante de Movimiento Ciudadano.
La ausencia del resto de representantes de los partidos políticos participantes demuestra un grado de desconfianza en la autoridad que no conviene al buen desarrollo de las elecciones, máxime cuando falta la parte más candente del proceso.
Es responsabilidad del gobierno estatal no caer en el “hecho aisladismo” y brindar certeza de que la ejecución de acciones concretas y correctas darán seguridad a las y los candidatos y ciudadanos en esta última etapa electoral.
Independientemente de las circunstancias que la política del “abrazos no balazos” del gobierno federal nos escupa en la cara.
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